UN ASESINATO MÁS, UN PERIODISTA MENOS
Por Eleazar Flores
IMPOSIBLE ACOSTUMBRARNOS-. Por más que le frecuencia nos acorrale, me niego a tomar como “NORMAL” el asesinato de otro reportero más, a escasos seis días de que se hubiese registrado otro, éste en Sonora. La víctima de ayer en Guerrero fue Fredit Román y lo peor de todo es que apenas el primero de julio le asesinaron a su hijo Bladimir.
¿Se le hace casual que en los apenas siete meses 22 días ya hayan sido privados de la vida doce compañeros del oficio?, pues muchos como este escribiente, entre otros, no lo consideramos así, desde el momento en que el púlpito mañanero emplea buen tiempo de sus homilías para denostar a empresas de medios de comunicación y a periodistas.
La hostilidad a lo mediático, -como dijo que se barre la corrupción-, viene de arriba hacia abajo y si uno está en un error que lo demuestren, cuando menos Chuchito Ramírez, consentidor de diarios “paisanos” como Tabasco Hoy y Por Esto, cuya circulación se limita sólo a esa capital y pueblos circunvecinos, pero eso sí, disfrutando del dinero público como no hizo Peña Nieto con los diarios de su entidad.
VÍCTIMAS-. Regresando al tema central del día es que Fredit Román justamente había sido colaborador de la revista QUÉHACER POLÍTICA, de la familia tabasqueña Cantón Zetina, cuyo florecimiento de circulación termina coincidentemente con el ocaso del siglo XX.
¿Se acordarán Miguel y los demás hermanos Cantón Zetina del trabajo que por años hizo su colaborador Fredit Román para su revista Quéhacer Político?, ojalá y sí pues de lo contrario la ingratitud estaría contagiada del “sentimiento” oficial.
Cuando en distintos púlpitos varios ministros religiosos denunciaron que “México está chorreando sangre” muchos se escandalizaron y eso fue cuando apenas se registraba la muerte de nueve compañeros periodistas. A la fecha ya llevamos doce.
Agradezco la comprensión del jefe por dar cabida en este espacio a enésima queja-denuncia por la muerte de un periodista más, pues apenas hace una semana fue encontrado el cuerpo sin vida del periodista sonorense Juan Arjón López, tras casi una semana de haber sido reportado como desaparecido.
Al ritmo que este gremio registra en pérdida de vidas y en el ambiente hostil en imperante, y sin falsos alarmismos, uno nunca sabe si ésta o la que sigue, sea la última entrega que haga, que es lo que le pasó a Fredit Tomán.
Lo peor de todo y lo más desconsolador es que para quien usted ya sabe, VAMOS BIEN así que denuncias y quejas locales, nacionales e incluso internacionales pasan a dormir el sueño de los justos o a las CARPETAS DE INVRESTIGACIÓN, que ya sumarán millones
