El movimiento obrero señaló en la samblea del INFONAVIT que los tiempos que corren son tiempos de definiciones sociales, políticas e institucionales.
Asimismo, el movimiento confía en que habrá de prevalecer en la República y al seno del tripartismo, la prudencia, madurez y sentido de corresponsabilidad que ha mantenido al Infonavit al margen de vaivenes político partidistas y electorales.
En voz del profesor Patricio Flores, representante del Senador Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la CTM, es tiempo de apegarse a lo que un clásico de la ciencia política llamaba la Ética de la Responsabilidad, que impone la razón de normas y valores y la supremacía del interés general frente a argumentos ideológicos o intereses particulares o de facciones y grupos actuantes temporales.
Ante la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde representante del presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo: “apelamos a esos principios de completa buena fe, para que no vayamos a empantanar a la próxima Administración en la ruta de una reforma inviable y contraproducente. Nuestro Sector sostiene, que la vivienda obrera está llamada a ser el eje articulador entre los objetivos de competitividad y productividad, y los del bienestar y la sustentabilidad del modelo de desarrollo nacional a que aspiramos”.
Destacó que trabajo decente, salario digno, salud oportuna, pensión justa y vivienda digna, han de ser los cinco pilares del modelo de seguridad social de un desarrollo equitativo para el México de la tercera década del siglo XXI.
El Infonavit Que Queremos las y los Trabajadores, igual los reunidos en el Tercer Congreso Nacional de representantes de trabajadores en octubre pasado, así como los agrupados en la Mesa de Diálogo Sindical, quieren un Infonavit más cercano al sentimiento de la familia obrera, un Instituto tan eficiente como humano.
Apliquémonos los pocos meses que tenemos a cumplir las metas aprobadas por la Asamblea como órgano máximo de gobierno institucional, para rendir las mejores cuentas de que seamos capaces, como e s nuestro deber, dijo ante el arquitecto Rafael Riva Palacio Pontones, dirigente del Sindicato del Infonavit y de Francisco Hernández Juárez, del Sindicato de Telefonistas.
Lo que cabe esperar, es que en esta instancia se dé marcha atrás a este intento de flagrante sustracción a todas luces inconstitucional de recursos propiedad individual e intransferible de recursos ahorrados a favor de cada una y cada uno de los trabajadores derechohabientes.
Ha de entenderse bien, que no pueden los poderes públicos electos periódica y temporalmente, pretender expresar la voluntad de una sociedad nacional, como menos aún, atentar contra las garantías individuales y sociales entre las que se encuentra, la de la propiedad inalienable e imprescriptible de los fondos ahorrados e n la subcuenta de vivienda.
Tampoco cabe en el régimen jurídico-político del Estado mexicano, pactado en la Constitución de 1917, ignorar la vocación particular de los derechos sociales, constitutivos de las representaciones sindicales de trabajadores y patrones, de cuya voluntad y acuerdo mutuo emanan, por ejemplo, los Contratos de Trabajo, que por ello mismo pueden legar a tener el rango de Contrato-Ley, es decir, expresión de esa singular soberanía tutelada asimismo por órganos tripartitas, igual en lo jurisdiccional, que en lo laboral y lo salarial.
Ni se puede ni se debe, ignorar que en un régimen democrático moderno, la gobernabilidad no se agota en el ejercicio electoral, ni es el voto la fuente ilimitada e incondicional de legitimidad para legislar, sino que la misma requiere de un quehacer político sistemático y puntual en una República, donde el tripartismo se significa como él espacio insustituible para nutrir, enriquecer y actualizar cotidianamente -más allá del pueblo como beneficiario abstracto-, los alcances del pacto social entre los factores de la producción, que han sido y serán la clase obrera y los empresarios.
Con información de Quadratin
