CIUDAD DE MÉXICO.- Los gobiernos autoritarios se caen con movilizaciones de cientos de miles, de millones.
Así justifica Andrés Manuel López Obrador las protestas en su contra con la demanda imposible de exigir su salida de Palacio Nacional.
Pero se irá si las manifestaciones concentran a más de cien mil mexicanos y él ve desaprobación en las encuestas.
Se irá a su rancho en Palenque, Chiapas (omitió decir el nombre La Chingada), y se retirará de la política para siempre.
Lo dijo así esta mañana en su declaración rutinaria:
“¿Cómo se caen, se derrumban, los gobiernos autoritarios? Pues con la gente, con las grandes movilizaciones; sale el pueblo a la calle, cientos, miles, millones ”.
Abundó:
“En mi caso, a la primera manifestación de 100 mil, y que yo vea que las encuestas ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas; ni siquiera espero la revocación de mandato. Ahí nos vemos”.
El tema de las manifestaciones sirvió a López Obrador para mostrar una vez más su gran apoyo a Claudia Sheinbaum por la actuación de la fuerza pública en los actos violentos del lunes.
Aseguró que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Omar García Harfuch no cayó en “provocaciones de los radicales.
Todo mundo tiene derecho de luchar por causas justas, pero también hay infiltrados y son los que regularmente generan los problemas.
Pero advirtió fines políticos para perjudicar tanto al gobierno de Sheinbaum como al suyo. Lo dijo así:
“Eso siempre ha existido en los movimientos, gente que está interesada en perjudicarnos porque están en contra de los cambios, porque quieren mantener los privilegios, porque quieren seguir robando”.
Pontificó:
“Mi recomendación es que haya manifestaciones pacíficas, no violentas” y garantizó que su administración mantendrá la paciencia y la tolerancia a todas ellas.
“Imagínense -toco madre y no lo deseo- si hay heridos, se les dé de garrotazos, de macanazos a los del FRENAAA”, el movimiento con inconformes apostados en la Plaza de la Constitución
