NUEVA YORK.- El ex secretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna se declaró inocente en su primera audiencia ante la Corte Federal de Nueva York.
En consecuencia, sigue el juicio y la siguiente cita es el 21 de enero ante el togado que procesó y condenó a cadena perpetua a Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Brian Cogan es considerado un hombre severo, al grado que no permitía al jefe del Cártel de Sinaloa ver ni estar acompañado por su familia en los las audiencias.
García Luna fue detenido el año pasado acusado de cuatro delitos: narcotráfico, declaraciones falsas ante la autoridad de Estados Unidos, corrupción y encubrir el envío de droga.
Esta correspondería al Cártel de Sinaloa, liderado por Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán, quienes además le entregaban millones de dólares por permitirles pasarla por territorio nacional.
El ex secretario de Seguridad Pública en tiempos de Felipe Calderón compareció apenas 15 minutos en la sala, vestido con ropa deportiva arrugada y las etiquetas de fuera.
Se le veía abatido, sin la pompa y el poderío con que se movía cuando era el jefe de inteligencia del gobierno mexicano y manejaba la Policía Federal Preventiva (PFP).
En todo momento fue auxiliado por una traductora, pese a que no estaba el juez Cogan y la sesión fue simplemente para saber su respuesta de inocente o culpable.
La jueza magistrada Peggy Kuo, suplente de Cogan, le leyó los cargos que se le imputan y él escuchó de manera sumisa sin perder detalle pero sin mostrar enojo.
Sólo tenía contrariedad en su rostro demacrado.
A partir de ahora el tiempo corre en contra suya.
Tendrá 70 días para decidir cómo llevará su defensa, allegarse de los abogados que mejor le convengan y poner en práctica la estrategia el 21 de enero.
Pero ese día no le pronostica cosas positivas, pues los fiscales aportarán las primeras pruebas y la lista de testigos con los cuales pretende de hundir al famoso policía mexicano.
García Luna fue detenido el 3 de diciembre en un hecho que causó escándalo mundial porque tuvo siempre los reconocimientos de las agencias de seguridad de Estados Unidos.
Inclusive al momento de su detención en Texas, donde se encontraba con visa para trabajar, su oficina estaba tapizada con fotografías de ex directores del FBI, la DEA y otras corporaciones temibles.
