CIUDAD DE MÉXICO.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) paga el aventurismo político al que lo llevó el sexenio de Enrique Peña Nieto: entregó senadurías a dos renunciantes.
Vanessa Rubio, la propietaria en la fórmula sin ser militante, abandonó la fracción de Miguel Angel Osorio Chong el 16 de julio supuestamente para dedicarse a labores académicas.
Y su suplente Nancy Guadalupe Sánchez Rubio Arredondo renunció hace un año al PRI y se sumó al gobierno del morenita Javier Bonilla, en Baja California.
Y hoy anunció formalmente que actuará con apego al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sin sumarse al grupo encabezado por Ricardo Monreal.
Es decir, de golpe y porrazo el priismo ve más mermada su fuerza legislativa por entregar posiciones a aventureros sin compromiso ideológico con la organización.
Rubio Arredondo todavía ironizó cuando le preguntaron si actuará con objetivos partidistas dentro de Morena, lo cual supondría su incorporación formal y militante:
«Sin fines partidistas, pero apoyando a la bancada de Morena, sin partido, sin afiliarme a Morena, pero apoyando la bancada».
Según ella, mantendrá una conducta similar a la propietaria Vanessa Rubio, que no militaba en el partido tricolor, pero no aclaró que la ex subsecretaria de Hacienda siempre fue leal en su voto y en sus posiciones.
Eso significa que tampoco será independiente porque «tendría que haber competido como independiente, más bien adherida al grupo parlamentario de Morena, sin ser militante de Morena».
Del PRI dijo:
«Guardo cariño entrañable y respeto para muchos de los militantes, y si puedo ser un punto de encuentro entre Morena y el PRI lo voy a hacer para que podamos tener más coincidencias que diferencias».
La bajacaliforniana rendirá protesta en cuanto haya un período ordinario o extraordinario, posiblemente el miércoles de la semana próxima y de inmediato se unirá al partido del poder.
