OEA-EBRARD, DE MALAS
Por Eleazar Flores
PÉSIMA POLÍTICA EXTERIOR-. Sin erudición necesaria de por medio y sólo con un poco de sentido común, al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón vive sus peores momentos políticos, salvo su mejor opinión.
Esto a pesar de la defensa a ultranza que el padre de la cuarta transformación hace de él y de la jefa de gobierno Claudia Scheinbaum por el “incidente”, según ésta última, de la línea 12 del metro.
VEAMOS-. Según el primero de tres dictámenes que se van a dar acerca de la “línea quebrada” de aquí a agosto, “la falla es estructural” según reportaron los sesudos técnicos europeos, quienes adelantan que en julio se ampliarán los dictámenes producto de mayores investigaciones y en agosto el tercero.
La denuncia de falla estructural traducida al cristiano evidencia que hubo fallas en la construcción y da la casualidad de que la famosa línea doce se construyó siendo jefe de gobierno el hoy canciller Marcelo Ebrard. Se podrán extender culpas a los constructores pero de entrada la autoridad tan no vigiló la obra que la inauguró…y en plena inauguración falló.
Podría justificarse que no fue falla grave pues sólo se supo de la inesperada parada de la escalera eléctrica con pasajeros a bordo entre quienes iban el presidente Felipe Calderón, Ebrard y otros más.
OEA-. La semana pasada las autoridades de los 33 países que integran la Organización de Estados Americanos, OEA, -fundada en 1948-, acordaron firmar un documento pidiendo al presidente Daniel Ortega de Nicaragua cesar en sus actitudes intimidatorias en contra de los aspirantes a sucederlo en las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre.
Sólo dos países se abstuvieron de firmar ese documento, Argentina y México, con el peregrino argumento en el caso de la cancillería de nuestro país, de invocar la libre autodeterminación de los pueblos.
Esa misma actitud de respeto a la autodeterminación de los pueblos no la empleó México cuando se trató de proteger hasta con el exilio al hoy ex mandatario boliviano Evo Morales, a quien incluso se le facilitó transporte aéreo para traerlo y hospedarlo en México ¿a costa de quién o quiénes?.
Por razones entendibles en nuestro país no se le da vuelo mediático a lo que los demás países y sus comunidades intelectuales respectivas han externado en torno al papel de México en el “caso Nicaragua”, interpretando que con esa negativa de firmar la carta contra Daniel Ortega se le está avalando su actitud intimidaría contra una quinteta de aspirantes presidenciales.
Mientras son peras o manzanas, el padre de la cuarta transformación se limita a asegurar que para desencanto de medios, neoliberales y conservadores “no habrá pleito” Marcelo-Claudia, ¡qué consuelo!.
