La Fundación Fernando Mora Gómez, lamenta profundamente y condena enérgicamente, el asesinato del ex locutor Rosendo Arroyo Delgado, y su esposa, la profesora jubilada Martha Alicia Arias, quienes fueron asesinados a balazos este martes 25 de febrero, en Iguala, Guerrero.
Así lo dio a conocer Roberto Álvarez Heredia, vocero de la Mesa
para la Construcción de la Paz.
Cerca de las 12.00 horas un grupo de hombres armados llegó al domicilio del ex locutor de la emisora XE-KF, ubicado en el número 28 de la calle Azucenas, colonia El Paraíso, al oriente de Iguala, donde asesinó a Arroyo Delgado y a su esposa, quien regresaba del mercado.
Este es el cuarto asesinato de un comunicador registrado en lo que va del 2020. El primero es el de Álvaro Ruíz, en Pichucalco, Chiapas; el segundo el de Fidel Ávila Gómez, en Huetamo, Michoacán; y el tercero el de la locutora Bárbara Greco, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Asimismo resulta alarmante que dos de los porros-sicarios agresores de 12 periodistas el miércoles 19 de febrero en el Tribunal Unitario Agrario 21, de Oaxaca; ambos cuentan con 19 y 120 órdenes de aprehensión.
El colega Oscar Vergara, con el apoyo de sus seguidores en las redes, pudo identificar a “El Centavo”, quien tiene 19 órdenes de aprehensión, y sus vecinos lo señalan de narcomenudista, vive en la colonia Arcángel, de Santa Cruz Xoxocotlán.
El otro, es escolta de Silvano Reyes Medina, líder de los comuneros de Santa Cruz Xoxocotlán, acusado de homicidio. Este individuo tiene más de 120 órdenes de aprehensión y goza de la protección de un ex delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Es de reconocer que por primera vez, la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Superior de Justicia de la entidad eviten que la brutal agresión a los fotoperiodistas quede impune.
Por lo anterior exigimos a los titulares del Ministerio Público y
del Poder Judicial, Rubén Vasconcelos y Eduardo Pinacho,
que se mantengan vigilantes del caso.
La Fundación Mora Gómez, lamenta que pese a los llamados que organizaciones del gremio, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos han lanzado a las autoridades, no existan las condiciones de seguridad necesarias, para que los periodistas y comunicadores puedan ejercer su profesión sin poner en riesgo su vida.
Por este medio nos solidarizamos con familiares y amigos de Rosendo Arroyo Delgado, y de su esposa, la profesora jubilada Martha Alicia Arias. No dejamos de reiterar la lamentable situación que vive nuestro país, y estaremos al pendiente de las investigaciones que se realicen en torno al
artero atentado que sufrió el comunicador.
