GUADALAJARA, Jal.- El sueño está vivo. La gloria está al alcance de la mano. Lionel Messi desea el único título que le falta a su brillante carrera: la Copa del Mundo. Argentina está ya en la final de Catar 2022, luego de una actuación redonda que este martes le permitió vencer por 3-0 a Croacia, actual subcampeón del certamen que tendrá que disputar el duelo por el tercer lugar.
Sobre la cancha del estadio Lusail, donde se jugará la final el próximo domingo, el conjunto argentino hizo valer su condición de favorito. De la mano del 10, tuvo un partido perfecto, con un altísimo nivel individual en varios de sus elementos. Hace 36 años que el cuadro sudamericano no es campeón del mundo y hoy el sueño luce cercano.
El inicio el camino a la final no fue sencillo. El cuadro croata exhibió la solidez que le ha permitido llegar hasta esta instancia. Argentina avisó primero, con un disparo de Enzo Fernández, al minuto 24, que desvió de buena manera el arquero. Más tarde, respondió Ivan Perisic quien recibió por izquierda, entró al área, recortó al centro y soltó un disparo que no tuvo dirección de red.
Era sumamente cerrado el encuentro, pero un latigazo rompió lo que ocurría en la cancha. Un pelotazo largo tomó muy mal parada a la central croata. Julián Alvarez escapó por el centro. Encaró al guardameta y definió con un toque suave. La defensa sacó el balón, pero el choque entre el portero y el atacante se marcó como penal.
Al minuto 33, Lionel Messi se paró frente al manchón. Este martes igualó al alemán Lotthar Matthaus con 25 partidos de Copa del Mundo, para convertirse en el jugador con más apariciones en este certamen. El 10 pateó de zurda, potente, cruzado, con buena altura. Imposible para el guarameta. Las redes se movieron con el 1-0 que desató la locura en Lusail.
El ánimo de Croacia estaba golpeado. Argentina se dio cuenta y aprovechó que el momento emocional le pertenecía. En un feroz contragolpe, Julián Álvarez escapó por el centro. Josip Juranovic intentó sacarle el balón. Le rebotó y le quedó. Enseguida Borja Sosa lo intentó también. Le rebotó y le quedó. Suerte de campeón tal vez. Frente al arquero, el delantero argentino definió con un toque suave para el 2-0, al ‘38.
Los sudamericanos dominaban por completo el encuentro. Al minuto 41, el tiro de esquina se cobró por la izquierda. Alexis Mac Allister se adelantó a primer poste. Cabeceó picado y cruzado. Dominik Livakovic desvió con un soberbio manotazo que evitó el tercer tanto. Argentina se fue al descanso con una ventaja que parecía ya definitiva.
En la segunda parte, Croacia salió con la obligación de ir al frente. La albiceleste demostró que aprendió la lección del partido ante Países Bajos y cuidó de mejor forma la ventaja de dos goles. Esperó con inteligencia para explotar los espacios que el rival debía dejar. Al ‘57, Lionel Messi tuvo el tercero en sus pies, pero el zurdazo fue tapado por el portero, bien plantado en primer poste.
Al ‘68, explotó de forma sublime el talento de Lionel Messi. Por el costado derecho aceleró. En el corredor del área, propuso el mano a mano frente a Josko Gvardiol, el mejor zaguero croata. De espalda, giró, aceleró, superó al adversario, llegó a línea de fondo. Luego, como el genio que es, levantó la mirada, mandó la diagonal retrasada y Julián Álvarez remató de primera, directo a las redes. El 3-0 dejó sentenciada la semifinal.
Croacia terminó lanzado al frente. Cayó con la cara en alta. Pero Argentina vive un extraordinario momento individual y colectivo. Con el contundente 3-0 de este martes, está ya en la final de la Copa del Mundo. El sueño vive. La albiceleste quiere el tercer título de su historia. Y lo buscará el domingo, de la mano de Lionel Messi. El rival se conocerá este miércoles: Francia o Marruecos.
