ACAPULCO, Gro., 12 de enero de 2024.- Además de devastación, el huracán Otis y el crimen organizado, con su secuela de cobro de cuotas y derecho de piaos, hay traído a Acapulco un calvario para los pasajeros.
Los usuarios del transporte público forman largas colas, esperan horas y deben pagar los abusos de quienes prestan el servicio.
Usuarios del transporte público denunciaron que, ante la falta del servicio, taxis colectivos cobran de 50 hasta los 100 pesos y de los 20 a los 30 pesos el costo de las urvans, en su ruta habitual en el puerto.
Los afectados han esperado de una a dos horas en la zona Diamante para abordar algún taxi colectivo o Urvan que los lleve hacia el Centro de este puerto o a la zona suburbana.
Desde la devastación provocada por el huracán Otis, el costo del servicio del transporte aumentó, con el argumento de que aumentó el costo de reparaciones como talachería, llantas o escasez de insumos para dar mantenimiento a sus vehículos.
Como informó Quadratín Guerrero este es el segundo día consecutivo que los choferes no brindaron el servicio ante presuntas amenazas y luego de los ataques a tres vehículos durante esta semana en diferentes sitios de la ciudad.
Esta tarde se pudieron observar a decenas de personas en los entronques principales de Acapulco Diamante, donde también hay filtros de revisión realizados por la Guardia Nacional.
No obstante, el número de taxis y urvans es insuficiente ante el número de personas que buscan volver a sus casas.
De acuerdo con testimonios, la espera este viernes es menor, ya que el jueves pasado hubo quien esperó hasta cuatro horas para subir a un vehículo que le llevó de playa Dominguillo a la colonia Luis Donaldo Colosio y le cobró 100 pesos.
