TODO CAMBIÓ-. De entrada no me refiero a viajes, salidas a restaurantes, partidos de futbol sin público, sino a asuntos más lacerantes que empezaron a cambiar con la asunción de la 4T al poder, diferentes o desaparecidos, para bien o para mal.
Desapariciones de fondo como la evaluación educativa ante el beneplácito del enemigo número uno de ella, la CNTE, las guarderías infantiles, el Seguro Popular…y le paro por haber más.
EDUCACIÓN-.Tras cancelar la evaluación educativa no se ha visto mejora alguna, tanto que a la SEP le calló como “anillo al dedo”, como lo presume ya saben quién, la pandemia del coronavirus, pues dé por hecho que todos los estudiantes de educación básica, -preescolar, primaria y secundaria-, PASARÁN AÑO o con el lenguaje pedagógico “serán removidos al grado inmediato superior”.
El “retorno” a clases del actual ciclo escolar 2019-2020 es un decir, el magisterio sigue laborando desde sus hogares, las clases y exámenes se aplican a distancia y los resultados se darán a conocer a finales de junio o principios de julio. El tiempo y la SEP dirán la última palabra.
GUARDERÍAS-.La desaparición de guarderías se hizo bajo la bandera de combatir la corrupción, no obstante que cuando pidieron pruebas de ello a las autoridades correspondientes privó la confusión…y para variar, las víctimas fueron los niños y sobre todo madres y padres de familia, pues nunca se pudo generalizar la recomendación presidencial de “encargarlos con sus abuelitos”.
SEGURO POPULAR-. Mientras son peras o manzanas, o “aspirinas o mejorales” en el argot médico, muchos mexicanos sufrieron su baja en las listas del servicio médico al que tenían acceso en clínicas y hospitales inscritos en el programa del Seguro Popular. Me consta que más de tres conocidos jamás hubieran podido cubrir el precio de una costosa operación…pero ni modo.
Para estos mexicanos que no tienen micrófono cerca para denunciar, el nuevo programa del Instituto de Salud para el Bienestar, INSABI, le han puesto las siglas INSAMAL, ¿por qué será?.
CONFRONTACIÓN-. Si lo duda, acuda a las hemerotecas, -tan pronto reabran sus puertas las bibliotecas públicas-, para confirmar que los desencuentros entre los medios de comunicación, -escritos y electrónicos-, con el poder público, en honor a la verdad se daban pero no directamente con el presidente de la república en turno, si acaso entre los secretarios del gabinete.
Es aquí donde se confirma el dicho presidencial de que “ya no es como antes” pues la mayor parte de los desencuentros se originan justamente con el inquilino del Palacio Nacional, en cuya administración se hicieron comunes despectivos como chairos y demás.
Las redes sociales, benditas o malditas, merecen análisis propio..
