CUDAD DE NÉXICO.- En presentación de su Plan de Infraestructura, la candidata presidencial Xóchitl Gálvez planteó la desmilitarización de las obras públicas en su gobierno y regresarlas a los civiles tanto en su ejecución como en su operación, pues las Fuerzas Armadas son las que tienen que ayudar a recuperar la soberanía nacional.
“Tenemos demasiado distraído al Ejército haciendo cosas que no le competen”, expresó la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México al dirigirse con respecto y agradecimiento a las Fuerzas Armadas.
Desde el Centro Asturiano de México, en la colonia Polanco, la ingeniera anunció la priorización de seis segmentos de inversión: el de la movilidad; hidráulica; de energía renovable; digital y telecomunicaciones; educativa y cultural; y en salud.
“Se acabaron los proyectos que tiran el dinero público se acabaron los proyectos que carecen de rentabilidad. Se acabaron los proyectos basados en caprichos personales y obsesiones ideológicas. Se acabaron las ocurrencias. Se acabaron las ocurrencias convertidas en obra pública, costosa y generadora de elefantes blancos”, sentenció la candidata presidencial al presentar su proyecto integral, fundamentado en la técnica y construido a partir de las necesidades de las regiones, no desde lo que considera una imposición de una autoritaria visión centralista.
La senadora con licencia aseguró que en todos sus proyectos de infraestructura se tomará en cuenta los efectos e impactos en el horizonte nacional a largo plazo, así como en el plano regional y local para atender las necesidades particulares de cada entidad.
“Lo hago convencida de que la infraestructura es esencial para el desarrollo económico, social y ambiental de cualquier país… la infraestructura actúa como la columna vertebral de la economía y juega un papel crucial en determinar la eficiencia, competitividad y calidad de vida de una sociedad”, enfatizó.
En su mensaje, crítico que en este sexenio se invirtió 30 por ciento menos en infraestructura, que en las administraciones públicas federales anteriores, pasando del cuatro por ciento del PIB en el pasado gobierno a 2.7 por ciento en este periodo, mientras que el Banco Mundial recomienda destinar 4.5 por ciento a inversión pública.
Con información de Quadratin
