
SALTILLO, Coah.- Los criminales actuaron con todas las ventajas en Villa Unión en estos tiempos de “abrazos, no balazos”.
Entraron a la cabecera municipal de poco menos de cuatro mil habitantes con 14 vehículos astillados, dispararon, amenazaron y balearon los edificios públicos.
Causaron terror.
Y cuando se acercaban las fuerzas policiales estatales, primeras en hacerles frente, los atacaron y mataron a cuatro elementos e hirieron a por lo menos seis más.
Cuando llegaba el Ejército Mexicano decidieron huir y abandonaron tanto sus vehículos astillados como a algunos de sus heridos -diez en primera instancia- y secuestraron personas.
Se las llevaron.
Esta mañana, cuando eran perseguidos por fuerzas federales, mataron a más personas para aumentar los muertos a 21 y no 14 -diez sicarios y cuatro policías- como se dijo en un principio.
La cifra, empero, no para.
Los miembros del crimen organizado continúan matando a los rehenes y los van regando por distintos caminos.
Ya van 23 y el conflicto no tiene para cuándo parar.
No se sabe qué sucederá con los siete tomados como escudos y guías para huir de las fuerzas federales, pero se teme un desenlace fatal a pesar de que cuatro de ellos son niños.