CIUDA DE MÉXICO.- Se acabó la euforia.
La principal actora de la crisis diplomática entre México y Bolivia regresó al país de manera discreta luego de ser expulsada por la presidenta interina Jeanine Añez.
Fue un viaje de prácticamente 12 horas.
María Teresa Mercado salió de La Paz a las 7:50 horas de la mañana en un vuelo comercial, hizo escala en Lima, Perú, y de ahí abordó otro avión hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Ahí fue recibida por un funcionario menor, Efraín Guadarrama, director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
No acudió, como sí lo hizo cuando llegó el ex presidente Evo Morales para iniciar un conflicto que está llevando al borde del rompimiento de relaciones a los dos países.
A partir de entonces nada ha sido igual:
Evo Morales no se quedó como asilado en México, pese a ser tratado mejor que jefe de Estado con residencia oficial, vehículos gubernamentales, escoltas del redivivo de facto Estado Mayor Presidencial.
En lugar de esa vida envidiable hasta por los mexicanos más ricos, el ex mandatario boliviano prefirió irse a Buenos Aires -“donde se siente mejor que en México”, declaró la cancillería argentina- vía La Habana.
¡Bienvenida a México, querida Tere! @mtmercado2002
El propio funcionario difundió la información a través de Twitter, manera por la cual se informaron México y el mundo del fin de una actuación de María Teresa Mercado en La Paz.
Fue más aparatosa su salida de la capital boliviana.
La acompañaron un despliegue de vehículos diplomáticos, un cuerpo de seguridad propio y vigilancia a distancia de las policías locales para certificar su salida en tiempo y forma.
De no hacerlo, al mediodía del 31 de diciembre habría incurrido en desobediencia de instrucciones, con consecuencias imprevisibles en el ámbito internacional.
Entre quienes la vigilaron a distancia se encuentra Antonio Montero, comandante de la policía nacional de Bolivia. quien dijo que ella iba sola en el vehículo que la trasladó al aeropuerto.
La suerte de María Teresa Mercado es la misma del cónsul de España en Bolivia, Alvaro Fernández, y otros diplomáticos de ese país que acudieron a la embajada mexicana.
La misma instrucción se dio a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, quien iba al frente del operativo para rescatar a los ex colaboradores prófugos de Evo Morales.
Ellos argumenta que era “una visita de cortesía”, pero el gobierno de Madrid no se tragó el anzuelo y estudia el caso para tomar una decisión tanto con su personal como con el nuevo gobierno boliviano.
