CIUDAD DE MÉXICO.- A días de cumplir dos años en prisión preventiva, Rosario Robles Berlanga, exsecretaria de Desarrollo Social (Sedesol), publicó en su cuenta de Twitter una carta en la cual asegura que está privada de su libertad porque es mujer y se llama Rosario Robles.
Al inicio de su misiva, la exfuncionaria resalta que en su caso se ha permitido la “institucionalización de la venganza” bajo la lógica: “no puedo dominarte, te aniquilo; me estorbas para mi proyecto, te entierro”.
También reclama que, “hay quienes cómodamente se han hecho a un lado para que todos los dardos se dirijan” hacia ella.
“Han callado. Lo hacen, además, a sabiendas de que no me prestaría a ninguna farsa que los involucre ilegalmente”, señala refiriéndose, probablemente, a sus excompañeros en la administración de Enrique Peña Nieto.
Rosario Robles también niega que no quiera cooperar con la autoridad -como lo ha asegurado la Fiscalía General de la República (FGR)-, prueba de ello es que se presentó desde la primera audiencia para esclarecer los hechos; sin embargo, dijo, no está dispuesta a mentir “para alimentar una narrativa política que nada tiene que ver con la verdad y la justicia”.
“Se dice que no quiero cooperar con la autoridad. Es falso”, subraya.
Por otra parte, la extitular de la Sedesol se cuestiona por qué es la única “perseguida” por el caso de la Estafa Maestra, cuando se dice que 10 dependencias públicas y ocho universidades triangularon recursos públicos.
Además, reprocha que se persecución se dio tras una denuncias de Mexicanos en Contra de la Corrupción e Impunidad, la cual “desde el poder ha sido descalificada”.
“Se me castiga por actos que supuestamente cometieron otros, pero en ningún caso han podido demostrarle a esos terceros alguna responsabilidad. ¿No tendrían que haber acreditado primero esos hechos antes de acusarme de omisión?”, cuestiona.
Por último, en su carta subraya que durante los dos años, los cuales cumple el 13 de agosto, que ha pasado en prisión, ha aprendido que la cárcel está llena de historia de dolor.
“Me ha tocado incluso la muerte de una chica que estaba aquí por nada, porque la prisión preventiva es la regla y no la excepción. He conocido historias desgarradoras de mujeres que fueron torturadas y violadas en su detención […] En síntesis, México está en deuda con la justicia”, concluye.
Con información de Radio Fórmula
