¿QUÉ SIGUE?, LA REFORMA ELECTORAL.
Por Eleazar Flores
¿Y LAS DENUNCIA?-. Pasado el encanto de la mega marcha de filopejistas de todo el país coordinados por sus gobernadores, morenos, que compitieron para demostrarle a su comandante guinda que traían contingentes más numerosos que sus colegas, sólo queda la rendición de cuentas, con la anticipada seguridad de que no sancionarán a posibles infractores.
No se impondrán sanciones por una sencilla razón, la dirigencia de MORENA difícilmente reportará al INE datos exactos de sus gastos de la mega marcha y los gobernadores, principales acarreadores, negarán haber sufragado un peso por lo que el viento se llevará el castigo.
En la delegación Cuauhtémoc de la capital del país, antaño gobernada por el actual senador Ricardo Monreal, la alcaldesa panista Sandra Cuevas fue la única que en rede sociales anticipó y ratificó que siendo ésta la concentración más numerosa, dijo que se debió al hecho de obligar a los empleados de gobierno a asistir acompañadas de cinco personas más, hasta ahí.
Pero en otras denuncias de redes sociales, se amplió una queja más como el hecho de que muchos soldados del ejército fueron obligados a asistir a la marcha, -sugiriendo sus superiores “ir de civiles” para no ser detectados, denuncia reforzada por un comentario similar del ex presidente Felipe Calderón, lo que calificó de indigno.
Verdad o mentira sólo hay una certidumbre, que a diferencia de la marcha del domingo 13 en apoyo a la campaña de EL INE NO SE TOCA, donde no hubo ni autobuses transportadores, ni tortas, refrescos ni puestos de carnitas, la de este domingo 27 tuvo todo el apoyo del gobierno federal y su partido, hasta con pantallas a lo largo del recorrido para atender el mensaje presidencial.
¿Quién costeó bebidas, alimentos y pantallas de televisión? Apueste y ganará que no habrá ninguna persona responsable, al tiempo.
¿QUÉ SIGUE?-. De hoy en adelante, los noticieros teleradiofónicos y de los medios impresos, se ocuparán de cosas importantes por su trascendencia inmediata, y futura sobre todo, como lo es la pretendida REFORMA ELECTORAL, en la que la prueba de fuego correrá a cargo de la dirigencia del antaño partidazo o lo que de él queda o han dejado los actuales jerarcas que muchos ya los quisieran fuera.
Aun cuando en conferencias han pregonado que la reforma electoral no pasará y que el INE no se toca, lo cierto es que muchos dudan de la firme postura del presidente Alito, quien en varias ocasiones ha demostrado su aptitud veleta, la fama no es gratuita. El último botón de muestra fue el apoyo a la reforma que permite militarizar al país.
Por esa “firmeza” de voluntad de Alito, el PRI está donde está.
