GUADALAJARA, Jal.- “Ojalá se pudra en el infierno”.
La frase destacó entre quienes conocieron el hecho donde un hombre le arrebató la vida a balazos a su hija de tan sólo 4 años de edad y dejó al borde de la muerte a su pequeño de 6 años para después quitarse la vida en el municipio de Acatlán de Juárez.
Mientras el pequeño Néstor de 6 años sigue luchando contra la muerte en el Hospital General de Subzona 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por las lesiones que le dejaron las balas que disparó su padre, familiares cercanos de Mariela velan su cuerpo entre lágrimas y enojo por lo ocurrido.
Quienes saben del hecho y la manera en que la pequeñita Mariela perdió la vida solo desean que “esté en el infierno el desgraciado”; al velorio que se realiza en una finca del municipios, acuden vecinos de la menor, algunos aún incrédulos por lo ocurrido.
Sobre el hecho la Fiscalía del Estado informó que en la comunidad de La Resolana donde un hombre de 60 años de edad, padre de los menores, sin causas determinadas, accionó un arma en contra de los pequeños para después quitarse la vida; ambos pequeñitos se encontraban acostados en su recamara y recibieron impactos en la cabeza.
Quadratín Jalisco
