CIUDAD DE MÉXICO.- Han pasado 39 años desde que se reportó el primer caso de sida en México, en 1983, y al cierre del 2021, el Programa VIH y otras infecciones de transmisión sexual aplicó un millón 624 mil 242 pruebas de detección de este virus y un millón 408 mil 757 de sífilis.
Alarmantemente, esto significa un aumento en el total de detecciones de VIH de 35 por ciento y una disminución en las pruebas de sífilis de 43 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo a datos de Onusida, Secretaría de Salud y Censida.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el informe ¡Igualdad ya!, de Censida, advierte que los nuevos datos de Onusida sobre la respuesta mundial al VIH revelan que durante los dos últimos años de Covid 19, y otras crisis mundiales, el progreso contra esta otra pandemia ha decaído, los recursos se han reducido y, como resultado, hay millones de vidas en riesgo.
Al 31 de octubre de 2022, se estiman más de 360 mil personas viviendo con VIH, de las cuales 292 mil son hombres de 15 o más años de edad; 74 mil, mujeres 15 o más años; tres mil 400 menores de 15 años.
En estimación de la prevalencia del VIH en el país, la población total es de 0.26 por ciento, y en la población de 15 a 49 años de edad del 0.38 por ciento. De nuevas infecciones por VIH al cierre de 2021, 14 mil 900 son hombres de 15 o más años de edad, tres mil 100 mujeres del mismo rango de edad y 550 menores de 15 años.
De las defunciones a causa de Sida en México, en 2021, tres mil 240 fueron hombres de 15 o más años de edad, 860 mujeres del mismo rango de edad y menos de 500 menores de 15 años.
De lo anterior, la cifras oficiales destacan que siete de cada 10 personas viviendo con VIH han sido diagnosticadas; seis de cada 10 personas viviendo con VIH se encuentran en tratamiento antirretroviral; cinco de cada 10 personas viviendo con VIH se encuentran en supresión viral.
Al finalizar el 2021, 38.4 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo. El documento señala que, tras cuatro décadas de respuesta al virus, las desigualdades persisten en los servicios más básicos, como el acceso a las pruebas de detección, el tratamiento y los preservativos, y son aún mayores en el caso de las nuevas tecnologías.
Con información de 24 Horas
