BAGDAD.- El grupo de élite de las Fuerzas Quds de Irán, incluido el comandante Qasem Soleimani, fue abatido por los ataques de Estados Unidos.
En total fueron seis personas, según la información difundida por el Departamento de Defensa, cuando se fijó como objetivo la zona aledaña al aeropuerto de Bagdad.
Washington comando el bombardeo, uno de los muchos orquestados luego que grupos rebeldes atacaron posiciones de Estados Unidos en Irak, tomado desde los tiempos de John W. Bush.
Reza la información que entre los fallecidos se encuentra el jefe de asuntos protocolarios, Mohammed Rioda al-Jabri, de altísimo valor para los estrategas de Washington.
Donald Trump se buscó este frente y ya lo tiene, pero reaccionó con cautela tras el primer informe del fallecimiento de iraquíes adversarios de su país y de su Ejército.
El, tan dado a la difusión y a gobernar a tuiteros, simplemente difundió una bandera de Estados Unidos sin agregar comentario alguno y menos enjuiciar las acciones de sus fuerzas armadas.
Estratégicamente es un aso importante, pues el 27 de diciembre las fuerzas de la agrupación Kataeb Hezbolá atacaron zonas dominadas por Estados Unidos y ello motivó un bombardeo inclemente.
Se incluyeron blancos de esa agrupación en Irak y Siria, operación catalagada por la Casa Blanca como una operación a loa defensiva.
Después, el día último del año, inconformes con del atuendo de Estados Unidos asaltaron la embajada de ese país en Bagdad, en un hecho atribuido por el gobierno de Donald Trump a Irán.