CIUDAD DE MÉXICO.- Cero y van dos ex presidentes mexicanos que deciden tomar a España como su residencia oficial.
Primero fue Carlos Salinas de Gortari, quien ya cuenta con su nacionalidad gracias a sus ancestros sefardíes, según su propia argumentación en los trámites y en declaraciones posteriores al periódico El País.
El turno es para Enrique Peña Nieto, quien renovó su “visa oro” con la perspectiva de quedarse en la Madre Patria y con ese propósito busca comprar casa en Madrid.
“Estoy muy agradecido a este país por el trato que me ha dispensado, me va gustando mi vida aquí”, dijo precisamente a El País de acuerdo a la nota publicada por el diario madrileño en su página de internet.
“Me planteó residir en España de manera permanente y visitar ocasionalmente México, que es mi patria y amo entrañablemente”, agregó.
Ambos presidentes forman parte del expediente de persecución de Andrés Manuel López Obrador, quien inclusive montó un costoso espectáculo de consulta para ver si los procesa.
Participaron menos del siete por ciento de los ciudadanos empadronados y todavía hoy no hay ninguna acusación que los involucre en actos de corrupción, base del discurso del tabasqueño para enardecer a la población contra sus opositores.
Además de Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, López Obrador se proponía llevar a juicio al priísta Ernesto Zedillo y a los panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
Todos sus promesas en ese sentido han resultado agua de borrajas.