GUADALAJARA, Jal.- Julio César Chávez Carrasco no puede salir airoso de la batalla que sostiene con la leyenda de MMA, Anderson Silva, a quien los jueces le entregaron el triunfo por decisión dividida en 8 rounds.
Los primeros dos rounds son de estudio entre ambos púgiles, con un Anderson Silva recordando su etapa en MMA, pues da pasos de un costado a otro a la espera de soltar un golpe certero que lastime a su rival y en los segundos finales del segundo round, el amazónico abraza al hijo de la leyenda, ya que todavía no ha logrado concretar su plan de ataque.
Julio busca cambiar los abucheos por gritos de aliento y en el tercero, le cesta un derechazo que Silva responde con gesto de ironía y le pide que continúe lanzando golpes.
Una vez tocada la campana, Silva ríe de lo hecho por su rival.
En el cuarto asalto, los asistentes se meten con Julio al cantarle como si estuviese pegándole a la piñata. «¡Ya le diste una, ya le diste dos… Ya le diste tres y tu tiempo se acabó!».
En el séptimo round, Silva busca castigar a Julio y lo único que provoca es enrojecerle el lado derecho del rostro y parte de la frente, sin que esto llegue a causar mayores problemas más que el ardor.
Los ocho asaltos culminan, Anderson Silva sube a las cuerdas y extiende el brazo en todo lo alto, pero lo mismo hace Chávez que deberá esperar a la decisión de los jueces para saber si es vencedor de la contienda.
Al final y con decisión dividida, Anderson Silva brinca de la emoción junto a su equipo por la victoria decretada.
Luego del veredicto, Julito habla para la televisora dueña de los derechos de la cartelera, ante el abucheo de los aficionados que se dieron cita al Monumental estadio Jalisco. Mientras que Anderson Silva recibe palabras de felicitación por parte del Canelo y el sudamericano agradece sonriente.
Quadratín Jalisco
