
TORREÓN, Coah.- Tigres vino a Torreón y mostró el antifutbol.
En especial el portero argentino Nahuel Guzmán, quien frustrado por el mal desempeño de su equipo dio una patada terrible y sin disputa por el balón a Eduardo Aguirre.
El se disponía a esperar cuando se interpuso el jugador de Santos, por lo cual el visitante se dispuso a pisarlo y patearlo por la espalda, causándole una lesión ligera.
Todo la afición vio su mala acción y recamó su expulsión, pero el árbitro Jorge Antonio Pérez Durán dejó correr la acción a pesar de ver caído y quejándose al dentista.
Fue lo peor de un partido donde los coahuilenses mostraron mejor futbol, efectividad en el área y por ello se llevaron merecidamente le triunfo por 2 goles a 1.
La actuación del golpeado Eduardo Aguirre fue sobresaliente por lo que hizo en la cancha -a los minutos 39 y 65-, pero sobre todo porque fabricó la victoria de su equipo con las dos anotaciones.
Por su parte, el francés André-Pierre Gignac hizo el de los Tigres casi al final, lo cual no borra la humillación… aunque es digno descontar que hubo tres disparos al marco que parecían goles.
Pese a todo, hubo intensidad, la afición estuvo contenta -menos con la severa patada de Nahuel Guzmán a Eduardo Aguirre- y la tarde terminó como quería Santos Torreón.
Esto eleva su cuota a nueve puntos y deja al conjunto de Ricardo Tuca Ferretti en solamente siete, pero está aprendida su estrategia: comienza flojo, aprieta a mitad del torneo y cosecha más triunfos al final.
Así está siempre en la Liguilla y muchas veces consigue llegar al final aunque anote poco.