CIUDAD DE MÉXICO.- Los gobiernos de México y Bolivia han llevado ya al extremo sus relaciones por el hostigamiento a la embajada azteca en La Paz.
La tensión es fruto del reto inútil de la administración de Andrés Manuel López Obrador por rescatar y asilar a Evo Morales, un ex presidente acusado de varios delitos.
E inútil porque luego de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el ex mandatario mexicano salió sin decir adiós a La Habana para de ahí viajar a Buenos Aires para seguir su proselitismo.
Al apresuramiento de México por proteger a Evo Morales y su apresurada salida por órdenes de Estados Unidos siguió la vigilancia de las fuerzas bolivianas a la embajada de México en La Paz para evitar nuevos asilos.
En una de esas, la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, salio de la representación y le pidieron su identificación, hecho aprovechado por la diplomacia de Marcelo Ebrard para denunciar violación de la inmunidad internacional
Por ello responsabilizó al gobierno de Bolivia de la responsabilidad de la seguridad internacional de todo el personal mexicano que trabaja en ese país sudamericano.
Hábil en el manejo publicitario, protestó contra el hostigamiento y movilizó apoyos internacionales para dar mayor eco su situación de conflicto entre ambos gobiernos.
Difundió en su mensaje:
“(México) refrenda su llamado a la comunidad internacional a seguir condenando la intimidación de la que están siendo objeto la Embajada y Residencia Oficial de México en Bolivia, lo que constituye una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Cuerpos de seguridad e inteligencia bolivianos continúan rodeando ambos recintos de México en La Paz, contrario a lo que han declarado funcionarios de ese país”.
Al cierre de esta nota todavía la Secretaría de Relaciones Exteriores asegura que sigue el hostigamiento y que la policía graba todas las actividades de su persona diplomático.
Asegura la cancillería mexicana:
“Han intentado detener el libre tránsito de la embajadora de México y del personal diplomático, mientras que oficiales motorizados siguen los desplazamientos de vehículos oficiales”.
