CIUDAD DE MÉXICO.- No terminan las malas noticias económicas, fruto de una mala conducción, los temores del sector privado y cancelaciones de grandes proyectos como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
En términos anualizados, la captación fiscal del gobierno cayó 6.4 por ciento y los ingresos petroleros en 17.3 por ciento, justo cuando la actual administración promete regenerar Petróleos Mexicanos (Pemex) y hacerlo sustento de la recuperación.
Estas bajas afectan distintos rubros.
Por ejemplo, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se desplomó 6.7 por ciento de diciembre de 2018 a noviembre del presente año, indica el reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Otro rubro importante para el país es el Impuesto al Valor Agregado (IVA), donde se mide el consumo de la población nacional, y en este caso el descenso fue 8.5 por ciento en el período de referencia.
Pero el índice fue mayor en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que se aplica a distintos productos como los energéticos, las bebidas alcohólicas y otros -que por cierto se pretende incrementar-, fue menor en 27.4 por ciento.
Estos datos no afectan la economía macro ni la situación sana de las finanzas públicas, aseguró la secretaría a cargo de Arturo Herrera, pues la estabilidad se mantiene en sectores importantes.
En este caso la deuda del sector público federal -dependencias gubernamentales, banca de desarrollo y empresas productivas de Estado- es cercana a once billones de pesos.
Esta cifra es muy manejable en cualquier circunstancia porque, adicionalmente, no se dan problemas con la deuda del sector privado, que ronda los 7.42 billones de pesos.
En tanto, la deuda externa del sector publico se ubicó en 201 mil 400 millones de dólares.
