CELAYA, Gto.- Era como una fiesta.
Rezaban, bailaban y cantaban a Dios antes de ser masacrados cruelmente por pistoleros.
Era la noche del último día de junio, porque no vieron el sol del 1 de julio.
Ese día un grupo de personas armadas llegó hasta el lugar, se introdujo, los formó y los fue disparando uno a uno, según las investigaciones.
Un video difundido en redes sociales los muestra alegres al coro de ¡Gloria! y ¡Victoria!
Buscaban la rehabilitación total tras pasar un período de drogadicción, pero no lograr culminar su proceso.
Muchos de ellos iban a abandonar el anexo -sin registro, dicen las autoridades- en los siguientes días.
Hoy nada se sabe de los asesinos, mientras José Antonio Yépez, El Marro, niega haber cometido el crimen múltiple.