
CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador sigue en campaña política a bordo del avión presidencial… ¡y sin subirse a él!
En Oaxaca, a donde fue este fin de semana, puso pecho a las burlas que ha originado la rifa del TP-01 y, en contraste, exhortó a la población a comprar un cachito de Lotería.
Le preguntaron si era cierto o una puntada, una broma, pues las ironías siguen en redes sociales y en unas horas acumula hasta corridos, parodias y cambias.
Contestó:
-Claro, el cachito para la rifa del avión presidencial. Quién quita y el premio quede en esta región.
Fue su oportunidad para embestir una vez más contra sus antecesores, habida cuenta que Felipe Calderón pidió el Boeing y Enrique Peña lo utilizó:
“Tenían una mentalidad faraónica de los que gobernaban el país. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. No sólo ers deshacerse de esas extravagancias”.
Insistió que el boleto costará 500 pesos para democratizar la rifa.
El TP-01 fue valuado en 130 millones de dólares -casi dos mil 600 millones de pesos-, pero por la se obtendrían 15 mil millones de pesos.
Negocio redondo en la mente de López Obrador.
Los número son preocupan al tabasqueño y por eso no entra a las matemáticas, mejor hace su pronunciamiento político:
“Se tomó la decisión: se va a vender ese avión presidencial.. Se vende, se renta o se rifa, pero yo no me voy a subir a ese avión”.