CIUDAD DE MÉXICO.-Andrés Manuel López Obrador dedica la víspera de su aniversario presidencial a lo que más le gusta, sentirse arropado por las Fuerzas Armadas.
Por ello recorre instalaciones militares en distintos lugares del país, incluida la visita de supervisión a las obras de construcción del aeropuerto de Santa Lucía.
Antes de visitar ese que considera su magna obra para el Sistema Aeroportuario Metropolitana, razón por la cual suspendió el modernísimo proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), estuvo en el complejo La Célula, en Puebla.
Lo acompañan el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y el gobernador Miguel Barbosa, beneficiario directo de la muerte de la ex gobernadora Martha Erika Alonso.
El banderazo de inicio se dio el 17 de octubre, una vez sometido el Poder Judicial y superados los amparos promovidos por organizaciones civiles, campesinas y ambientalistas.
Según sus intenciones, el llamado pomposamente Aeropuerto Internacional Felipe Angeles verá terminada su primera etapa en marzo de 2022, año y medio antes de la conclusión del mandato constitucional de López Obrador.
En Puebla supervisó la Célula, una fábrica de armas que tendrá capacidad para producir 30 mil al año. Debía concluirse este año, pero se demorará uno más por distintas razones técnicas, según se le explicó.
