MÉXICO, ¿EL HERMANO MAYOR?
Por Eleazar Flores
ÓRGANO CALDERONISTA-.La hoy famosa Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños gracias al resurgimiento ordenado por la cuarta transformación, es un órgano que nacio el 3 de diciembre de 2011, en plena etapa del sexenio del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
De entonces a la fecha ha tenido dirigentes de todos los niveles, con decirlo que el inmediato anterior que terminó esta semana lo presidía el boliviano Evo Morales, si aunque usted no lo crea.
Esto significa que el presidente Andrés Manuel López Obrador que el miércoles asumió el liderazgo de esta comunidad abreviada como CELAC, hasta en esto le sigue los pasos al destituido presidente de Bolivia, traído a México con costo a nuestro bolsillo, ido a Cuba y finalmente a Argentina, justamente uno de los países miembros de la CELAC, que con los nombres que lea constatará lo variopinto que es.
En orden alfabético para no herir susceptibilidades, los países integrantes de la CELAC son Antigua, Bermudas, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, San Cristóbal, San Vicente, Las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Paraguay, Venezuela y México.
Como verá, hay países de todos los niveles, económicos y demográficos pero algunos de ellos han renunciado, con su ausencia a las convocatorias, a su afiliación como el caso de Brasil. De todos modos como “aquí nos tocó vivir”, como lo dice la destacada periodista Cristina Pacheco, tenemos que ser parte de la CELAC, pero de ahí a que nos auto consideremos como el “hermano mayor”.
Decirlo y aceptarlo sería como analizar el terreno futbolístico, donde México forma parte de la desacreditada CONCACAF, -choteándola algunos al bautizarla como CONCACHAMPION-, y creer que somos la aplanadora, no obstante que el algunos torneos y partidos no solo los Estados Unidos nos han ganado, también otros de menor nombre y presencia.
La creación de la CELAC fue una buena medida, esperando que con ello se le recuerde al presidente López Obrador que no todo el sexenio calderonista fue malo; sin embargo ha habido mandatarios de algunos países integrantes del organismo que han dejado qué desear, sin desconocer que también tiene sus simpatizantes como el caso del boliviano Evo Morales.
Si el mandatario o su esposa han dejado atrás sobrenombres como el de “primera dama”, bueno sería que eso de “hermano mayor” lo omita en todo el padre de la cuarta transformación, quien por cierto entre los países citados se siente más cómodo pero se niega a ir a Davos, Suiza, al cónclave económico del grupo de los veinte, ¿porqué será?.
