CIUDAD DE MÉXICO- Nada se le resiste.
Andrés Manuel López Obrador ya colocó incondicionales en varios organismos autónomos -el más reciente en María del Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)-, el Poder Legislativo es suyo y hoy rindieron protesta dos consejeras judiciales.
La mayoría del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue definitiva en el Senado de la República para el nombramiento de Loretta Ortiz Ahlf y Eva Verónica de Gyvés Zarate. Ambas tendrán asegurada su poltrona por años en el Consejo de la Judicatura Federal.
Luego de que en dos ocasiones Ortiz Ahlf fue rechazada para ocupar la vacante de Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y De Gyvés Zarate en una como aspirante a la Fiscalía General de la República (FGR), finalmente ambas candidatas fueron avaladas para este cargo con el voto en contra del Grupo Parlamentario del PAN.
En primera votación, el Pleno de la Cámara de Senadores aprobó en lo general y lo particular con 95 votos a favor, 13 votos en contra y cero abstenciones, el resolutivo segundo del Acuerdo de la Junta de Coordinación Política por el que se aprueba el nombramiento de Loretta Ortiz Ahlf como Consejera de la Judicatura Federal.
Mientras que Eva Verónica de Gyvés fue aprobada por 94 votos a favor, 17 votos en contra y una abstención para el cargo de Consejera de la Judicatura Federal. La presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, procedió a la toma de protesta para asumir el cargo conferido por la Cámara Alta.
El Consejo de la Judicatura Federal está integrado por siete miembros de los cuales, uno será el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien también lo será del Consejo; tres Consejeros designados por el Pleno de la Corte, por mayoría de cuando menos ocho votos, de entre los Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito; dos Consejeros designados por el Senado, y uno por el Presidente de la República.
Dicho órgano tiene a su cargo la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial del Poder Judicial de la Federación, además de encargarse de garantizar la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial para el funcionamiento de Juzgados de Distrito y Tribunales de Circuito.
Otra de sus tareas, según la legislación vigente, es asegurar la autonomía de los órganos judiciales, así como la objetividad, honestidad, profesionalismo e independencia de sus integrantes, a fin de coadyuvar a que la sociedad reciba justicia pronta, completa, gratuita e imparcial.
