LA SEÑORA X Y EL SEÑOR P. ISSEMYM, OBJETO DEL DESEO
Por Eleazar Flores
Y LA LEY. TARDE-. Contumaz por seguir transgrediendo la ley el presidente Andrés Manuel López Obrador la rodea para seguir agrediendo a sus ADVERSARIOS POLÍTICOS, con el infantil recurso NO LO DIGO YO; pero sus correligionarios y corcholatas tunden al FRENTE AMPLIO POR MÉXICO.
Ahora además de la SEÑORA X, sólo falta que al “güerito” Santiago Creel lo bautice el mandatario como el SEÑOR S y así darse vuelo en sus descalificaciones a todo los que no piensan igual que los de la cuarta transformación, pero sobre todo a aquellas personas metidas en la política, con el deseo de aportar para que el país cambie de rumbo.
Solamente una persona de enanismo cultural puede pensar que al decir señora X omita referirse a la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez, quien en respuesta podría identificar al tabasqueño como el SEÑOR P, en recuerdo a la palabra PEJE como muchos identifican al originario de Macuspana, ahora que la inanición cultural está en pleno apogeo en el último lustro.
Por lo demás, la frase NO LO DIGO YO es un reto más de quien violar la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos, -así se llama legalmente-, ha sido su deporte favorito pero debería ser el primero en respetarla y hacer que sus 130 millones de gobernados hicieran lo mismo.
ISSEMYM, OJETO DEL DESEO-. El Instituto de Seguridad Social del estado de México y Municipios nació en la década de los sesentas como un modesto CENTRO DE PENSIONES, al que por ley estaban afiliados el MAGISTERIO ESTATAL, en ese tiempo con una membresía aproximada a las 25 mil docentes y los empleados de los tres Poderes, sumando entre todos poco más de 40 mil APORTANTES.
En esa calidad de APORTANTES, a los DERECHBOHABIENTES, a quienes se les descontaba el 3 por ciento de su salario, les daba derecho a servicio médico “gratuito”, préstamos quirografarios y más aún préstamos hipotecarios, naciendo así la colonia GRANJAS, para maestros-as y burócratas afiliados, con algún tiempo de antigüedad, no más.
El ISSEMYM creció al incorporar paulatinamente a empleados de los ayuntamientos y organismos descentralizados como la UAEM, subió el porcentaje que deberían dar los APORTANTES, se siguieron construyendo casas, se abrieron centros comerciales, pero curiosamente decayó mucho la calidad de los servicios médicos, no obstante que también se construyeron hospitales en auxilio de la POLICLÍNICA.
Hoy el ISSEMYM tiene una población APORTANTE cercana al medio millón de personas pero un millón o más de derechohabientes.
Lo MÁS GRAVE sin embargo es la DEUDA CON PENSIONADOS que muchos llevan más de un año sin poder cobrar.
PASAR AL INSABI-ISSEMYM como lo estima la nueva administración será un albúr.
