CIUDAD DE MÉXICO.- Tepito es salsa, lo demás es cumbia, es el grito de guerra de Menny Martínez Piraña y la Banda que Manda, que con más de 20 años de trayectoria interpretado música caribeña, es una autoridad en el Barrio Bravo, epicentro de este género musical en México.
Músico y cantante desde los 12 años, el Piraña inició interpretado los éxitos del salsero puertorriqueño Héctor Lavoe, cuyas melodías se volvieron famosas entre los sonideros de Tepito y las número uno de ventas en las antologías de discos piratas que se maquilan y venden en las calles del barrio de la colonia Morelos.
La salsa en Tepito primero formó a un público que abarrotaba los bailes de los sonideros, pero luego los seguidores del género no se conformaron con escuchar y lucir sus mejores pasos en la pista, querían escuchar los metales, las percusiones y las cuerdas en vivo ejecutadas por músicos del barrio.
“Desde hace muchos años existieron los sonideros y la gente que se dedicaba a la maquila, primero de casetes y luego de discos compactos. Mucha gente conoció de esta manera a muchos grupos extranjeros de salsa. Es como se empezó a difundir el género en el barrio.
“La gente que venía a comprar discos y piratería le dio más fuerza. Tepito se hace salsero por esto, y quienes ahora vienen al barrio conocen la salsa porque salió de aquí”, afirma el Piraña desde su chelería, El Punto, ubicada sobre la calle de Rivero, a unos pasos del Metro Tepito.
Si en la década de los noventa los sonideros y los discos piratas fueron los promotores de la salsa, en la actualidad las chelerías son el refugio de los salseros, cumbieros y merengueros en Tepito.
Entre puestos de ropa, electrónica y chácharas hay más de 100 expendedores de cerveza, tacos y alitas que ofrecen como variedad la música en vivo y una improvisada pista de baile en el pasillo que forma la banqueta y los puestos de los comerciantes.
Apodado como El Piraña por la forma que tenían sus dientes en la infancia, Menny se ostenta como la mejor voz del barrio y por dar el paso que muchos intérpretes no se atreven a dar: componer sus propias melodías.
-¿Ser salsero en Tepito es un asunto de prestigio?
-Claro, nosotros trajimos la salsa y los grupos aquí, hace unos seis años. No había alguien como tal que diera el salto; ahora convivimos muchos salseros y cantantes muy buenos y otros muy malos en el barrio.
Nosotros nos dedicamos a tocar en las cervecerías de Tepito; hace seis años iniciamos con el estilo de tocar con pistas en vivo y ahora somos ya varios grupos los que tocamos en los lugares en donde venden micheladas. La gente viene a bailar; la salsa pega cada vez más; la gente que viene a conocer Tepito se asoma también a estos lugares para gozar.
La fama de la salsa en Tepito ya es internacional, así lo avalan los grupos caribeños que se han acercado al tianguis de la colonia Morelos, atraídos por la popularidad del Barrio Bravo y aprecio por los salseros.
“Han venido cantantes extranjeros aquí en El Punto; antes de la pandemia me pidieron la oportunidad de presentar a la 33 de Colombia, el merenguero Amarfis, quien reside en Nueva York, Héctor, Pichie Pérez, de la Sonora Ponceña. Aquí es un lugar en donde se goza y nos están viendo en varios países, incluso a mi me han invitado a tocar a otros países, pero por la pandemia no pudimos asistir.
Aunque Tepito es salsero, en México aún no existe una agrupación que detente el titulo del máximo exponente del género, sin embargo, el Piraña advierte que existen varios prospectos que se disputan el titulo en el afamado barrio y cuna de boxeadores.
Paradójicamente el barrio que se ha popularizado por la venta y producción de artículos pirata demanda que los salseros ofrezcan canciones originales al público.
“Que me disculpen mis amigos, pero todavía no sale uno que sobresalga, todos estamos buscando y trabajando en eso. No tenemos en México un Víctor Manuel o un Oscar de León. Somos cantantes buenos, pero aquí la diferencia la va hacer quien comience a componer su propia música.
“Soy de la idea de que puedes ser un imitador de algo, puedes incluso tener la voz parecida a alguien, pero eso ya está plasmado, ese artista ya existió; entonces, lo que uno tiene que hacer es sacar sus propios temas, hacer tu música, para que el público vea que hay talento y la posibilidad de salir en el medio”, insiste quien también es autor y arreglista de al menos cinco éxitos, entre ellos Adiós.
Quadratín México
