XOCHISTLAHUACA, Gro.- Cientos de personas acudieron a los diálogos con los pueblos amuzgo (ñomndaa) y mixteco (ñuu’uu savi) que se llevan a cabo en esta calurosa mañana de sábado con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La gente comenzó a llegar desde las 8:00 de la mañana, pese a que el acto estaba programado para las 11:00 horas. Asimismo, afuera del hotel donde durmió López Obrador en Ometepec, ya había personas esperando para saludarlo.
Lo mismo a lo largo de la carretera que comunica a Ometepec con Xochistlahuaca, donde los simpatizantes del Presidente esperaban en distintos puntos del trayecto para solicitarle apoyo y la foto del recuerdo. Entre los que esperaban había un contingente de artesanas de San José Ejido con mantas de solidaridad y peticiones.
Lo mismo afuera de la escuela Plan de Ayala de la comunidad Cumbres de Barranca Honda, donde maestros, alumnos y pobladores sostenían pancartas y oficios para entregar a López Obrador; mientras que en Zacoalpan, en plena carretera un grupo bailaba la danza del machomula al ritmo de una banda de chile frito.
En la entrada de Xochistlahuaca, otro contingente estaba atento al paso de los automóviles.
Las distintas paradas que hizo el Jefe del Ejecutivo para saludar a la gente ocasionaron que llegara tarde a la sede de los diálogos, dónde personal repartió agua embotellada para paliar la temperatura que continuaba subiendo, pero estas resultaron insuficientes.
No obstante, la mayoría de los asistentes se mantuvieron en sus lugares, sentados o de pie, y unos más en busca de hidratantes.
En el lugar también hay presencia de comerciantes de Ciudad de México, quienes aprovecharon el estado del clima y venden sombrillas a 100 pesos para cubrirse del sol, así como muñecos del Presidente a 150 pesos, llaveros y todo tipo de souvenirs.
La banda sinfónica de Xochistlahuaca y otros grupos de instrumentos de viento y percusiones no dejaron de tocar, pues eran las 11:50 y Andrés Manuel todavía no podía llegar, porque era detenido en su trayecto.
Ocho minutos después, a bordo de una camioneta negra llegó López Obrador, quien descendió y caminó hacia el templete saludado a las personas del otro lado de la valla metálica.
Antes de subir al templete, acompañado del gobernador Héctor Astudillo Flores, curanderas amuzgas le ofrecieron una limpia con hierbas. En el templete sólo había seis sillas, pero se agregaron dos más para los representantes de los pueblos amuzgo y mixteco.
Al hacer uso de la palabra, el alcalde de Xochistlahuaca, Daniel Sánchez Néstor dio la bienvenida en amuzgo, mixteco y español, y agradeció al Presidente la construcción de la Universidad Benito Juárez y al gobernador, la edificación del mercado municipal.
Señaló también la presencia del delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y de la presidenta de Acapulco, Adela Román Ocampo, quienes no subieron al presídium. Sánchez Néstor solicitó además la construcción de un hospital de segundo nivel para la cabecera municipal y uno de medicina tradicional en la localidad Cozoyoapan.
“Señor presidente, ¿le puedo hace una pregunta? Dígame usted dónde puedo ir por mi cachito para la rifa del avión presidencial, estoy con usted”, expresó, lo que provocó las risas de los presentes, para luego concluir con gritos de “viva el Presidente, viva el gobernador”.
En su participación, el titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, Adolfo Regino Montes, dijo que en el país se hablan 68 lenguas indígenas y agradeció a la rezanderas que hicieron la limpia indígena para desearle salud y éxito al presidente de la República, pues como ha informado López Obrador, también debe haber un transformación espiritual en la que habrán de contribuir los pueblos indígenas.
