CIUDAD DE MÉXICO.- El primer policía muerto por coronavirus resultó contagiado en el festival Vive Latino que autorizó el Gobierno de la Ciudad de México de Claudia Sheinbaum.
También tuvo el aval del subsecretario de Prevención de la Secretaría de Salud (SSA) y vocero gubernamental, Hugo López-Gatell, quien tardó en recomendar la “sana distancia”.
La historia del agente es la siguiente:
Estuvo los días 14 y 15 en el festival Vive Latino para cuidar el orden de las decenas de miles de jóvenes que anualmente acuden a ese tradicional espectáculo capitalino.
Doce o 13 días después, el 27 de marzo, el policía del Sector Nápoles presentó problemas de salud y por ello acudió a distintas instancias hasta llegar a una clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Se le detectó Covid 19.
En lugar de internarlo y someterlo a un cuidado intensivo, se le recluyó en su casa al cuidado de sus familiares, cuya esposa notificó hace unas horas el desenlace: murió.
El reporte de la viuda llegó a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la cual lamentó el fallecimiento que quizá pudo evitarse cuando tenia malestares, vómito y diarrea.
Eso sí, por prescripción médica se le internó en su casa, donde pudo contagiar a sus familiares y amigos que acudieron a visitarlo, y no se le dio incapacidad: simplemente se le otorgó una licencia por 14 días.
No los necesitó: perdió la vida antes.
