
CIUDAD DE MÉXICO.— Pronto habrá una lista negra.
Será para anotar en ella a las empresas que no cumplan contratos con el gobierno federal, que cobren adelantos y no la inicien, que las hagan mal o que las dejen a medio construir.
Eso no sucederá con el aeropuerto de Santa Lucía y de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, donde según Andrés Manuel López Obrador se opera con eficiencia, calidad y oportunidad.
Aseguró que con sus antecesores, desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se daba línea para favorecer a familiares de políticos, asociaciones civiles y constructoras.
Durante la conferencia matutina de ese martes en Palacio Nacional, ejemplificó con Durango, donde se construyó un hospital en Gómez Palacio, que se hizo pero se quedó a medias, no se equipó.
“Tenemos un problema en lo mal que se han portado las empresas contratistas, en el periodo neoliberal, nacionales y extranjeras, empresas que no cumplen que se quedan con los anticipos”, aseguró.
López Obrador calificó de buena experiencia con dos casos, destacó a los ingenieros militares en la construcción de Aeropuerto Felipe Ángeles porque están ahorrando, edificando en tiempo y con calidad, como ocurre en la Refinería de Dos Bocas.
“Las empresas contratistas tenían más abogados que ingenieros, apenas empezaban y ya estaban pidiendo aplicación, el Gobierno era su huequito, eso se termina”, apuntó.
El Primer Mandatario insistió en revelar nombres y detalles sobre las empresas que incumplan los contratos que se hayan pactado, para que desde Palacio Nacional se conozcan en el país y a nivel mundial