CIUDAD DE MÉXICO.- Todo ha cambiado, dice Andrés Manuel López Obrador en su mensaje de año nuevo a la nación.
Ya no hay corrupción, asegura.
Hay bienestar.
Millones de mexicanos reciben apoyo del Estado.
Se atacan las causas que originaron la inseguridad y la violencia.
Y hoy, al no haber contubernio entre las autoridades y los grupos del crimen organizado, se aplican la justicia y el Estado de Derecho, lo cual significa que no hay impunidad.
Algunos de sus conceptos:
“Inició la transformación de l vida pública de nuestro país. Puedo asegurar que se acabó con la corrupción, sobre todo arriba. No hay impunidad, la economía se mantuvo estable, se fortaleció el peso, no hay inflación, aumentaron los salarios como nunca antes en 40 años”.
“Hay bienestar en nuestro pueblo. Sobre todo hay desarrollo, no sólo crecimiento económico. ¿Cuál es la diferencia entre crecimiento y desarrollo? El crecimiento es que haya dinero, el desarrollo es que haya dinero y que se distribuya con justicia el ingreso, la riqueza, eso es lo que sucedió este año”.
“Nosotros tenemos que moralizar la vida pública de México y loe estamos haciendo. Estamos unificando la vida pública para que se tenga autoridad moral y se pueda tener la autoridad política. Y vamos a lograr la cuarta transformación”.
“Debemos separar lo que es la delincuencia de lo que es la autoridad, pintar con mucha claridad la raya para que no suceda lo que pasaba en gobiernos anteriores. Llegó un tiempo en que (Joaquín El Chapo) Guzmán Loera tenía el mismo poder -o tenía la influencia- que tenía en ese entonces el presidente”.
“Porque había un contubernio y eso impedía que se castigará a los que cometían los delitos. Eso ya pasó a la historia, al basurero de la historia. Eso no va a vive a suceder”.
En su mensaje Andrés Manuel López Obrador no aludió al operativo donde fue detenido El Jefe, como conocen en el bajo mundo al hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, pero liberado.
Fue en noviembre en Culiacán.
Había un operativo para detener a Ovidio Guzmán López con fines de extradición, pero no se hizo de manera adecuada y cuando acordaron las fuerzas federales estaban rodeados por sicarios del Cártel de Sinaloa.
Ingresaron a una unidad donde viven soldados y sus familias y amagaron con empezar a ejecutarlos si no liberaban en ese momento al hijo del Chapo, a lo cual accedió el gabinete de seguridad encabezado por Alfonso Durazo Montaño.l
-Yo estuve de acuerdo -reveló al día siguiente el propio López Obrador.
Esta actitud contrasta con lo sucedido el sexenio anterior, cuando El Chapo fue aprehendido en dos ocasiones sin una sola bala, sin causar reacciones y luego extraditado para ser juzgado y condenado a cadena perpetua.
