CIUDAD DE MÉXICO.- Un comentario sobre el hijo de Beatriz Gutiérrez Muller y Andrés Manuel López Obrador ha derivado en la desintegración del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Bastó la amenaza presidencial -esta mañana dijo que atacará varios organismos creados por el neoliberalismo para disfrazar- para fomentar la renuncia de la directora Mónica Maccise.
La salida se confirmará más adelante, pues esta tarde se reunieron los integrantes del Consejo, cuyo nombre simuló ignorar el tabasqueño aunque él haya designado a Maccise.
En ese encuentro de varias horas fue donde ella, con nombramiento presidencial en mano, anunció que se iría porque lo consideró un afrenta la forma en que es tratada ella en lo personal y el organismo en lo institucional.
El problema se originó así:
Hace tiempo apareció el hijo menor de López Obrador y Gutiérrez Muller al ingresar a un hospital de lujo para ser tratado por especialistas de alto nivel tras lesionarse una pierna.
El youtube Chumel Torres lo llamo “chocoflán” y la señora Gutiérrez Muller reaccionó con enojo.
-Con los niños no -difundió en Twitter.
En días pasado el Conapred invitó a Chumel Torres para participar en un foro sobre discriminación, lo cual fue criticado Gutiérrez Muller en sus redes sociales.
De inmediato el Consejo decidió cancelar el foro porque, dijo, no había condiciones para su celebración.
Todo mundo vio la presión de la pareja presidencial en asuntos de estado, de apertura y naturales en una democracia plena.
El tema brincó a las conferencias rutinarias de López Obrador, donde fustigó e hecho, descalificó a Chumel y prometió presentar una lista de instituciones que a su juicio no tienen ningún sentido.
Fueron creadas para disfrazas, argumentó.
Este jueves fue más lejos: amenazó con desaparecer al Conapred y entregar las funciones contra la discriminación a la Secretaría de Gobernación (Segob) de Olga Sánchez Cordero.
La suerte está echada.
