CIUDAD DE MÉXICO.- Con muy poco de Gennady Gennádievich Golovkin (40 años) y no mucho, Saúl Álvarez (32 años) retuvo sus campeonatos supermedianos, por decisión unánime:
Del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB), en el T-Mobile Arena de Las Vegas.
El último impulso para los pugilistas llegó con los himnos nacionales de EU, Kazajistán y México, este último desde la garganta de Carolina Ross, quien lo hizo a capela, con el actor Michael B. Jordan (Creed) en el ring y mientras una cámara tomaba al campeón mexicano saludando, desde su vestuario.
El primero en llegar al encordado fue GGG, ante un abucheó al ser anunciado, con calzoncillo blanco, camiseta negra y sudadera azul con vivos dorados. Siguió el turno para Canelo, con calzoncillo rojo y blanco, y zarape tricolor, así como con Alejandro Fernández a su hombro, interpretando México Lindo y Querido, con mariachi.
La campana sonó y empezó el reconocimiento de ambos peleadores, pero fue el mexicano quien intentó primero, en serio, castigar con combinación que logró marcar en el rostro de su oponente.
En el segundo asalto, el público alentó a “Canelo, Canelo, Canelo”, pero Gennady logró marcar en el estomago con un recto y gancho en el rostro. En el tercero, Saúl respondió con un volado y jab en la cara.
En los tres minutos siguientes, el mexicano siguió con el dominio, soltando más los puños y levantando a su oponente con un upper. En el 5, se notó más su superioridad y le conectó un volado duro.
Para el sexto y séptimo, Golovkin siguió mostrando muy poco y Álvarez dominando no con mucho. Para el octavo, GGG intentó más e incluso llevó a su rival cerca de las cuerdas, pero lo echó para atrás con un volado.
Ya sólo con cuatro round por delante, Canelo fue para atrás en dos ocasiones, pero Gennady no se terminó por animar, le faltó decisión y el mexicano le sacudió la cabeza, tal vez, con su mejor golpe en lo que iba de la noche.
El 10 fue para el kazajo, al menos en intenciones y si quería los cinturones, tendría que cerrar con todo en el 11 y 12, y encimó, mientras Saúl privilegiaba la defensa, pero pese a intentar combinaciones, no encontró el nocaut, que era lo único que le servía ya para ese momento.
