SUELDOS INTOCABLES-.Aunque usted no lo crea, y no obstante que se viven tiempos de la cuarta transformación, la austeridad republicana y a un paso de la pobreza franciscana, la alta burocracia del Instituto Nacional Electoral ni se preocupa pues está fuera de esos estándares.
Si lo duda haga cuentas: en este feneciente 2019 cada Consejero percibe sin impuesto como el ISR, 178 mil 324 pesos mensuales y para el 2020 la cifra ascenderá a 178 mil 591 pesos o sea 267 pesos más.
Usted no tiene porqué saber a cuánto ascienden los descuentos por impuestos para la burocracia dorada del Instituto nacional Electoral, pero sí la forma en que disfrazan sus altos ingresos pues de acuerdo a las reglas del Manuel de Remuneraciones del Consejo General del INE, el sueldo base de cada consejero apenas es de 49 mil 34 pesos…pero la compensación es más suculenta.
Esta compensación por consejero asciende a 213 mil 200 pesos. Si usted suma sueldo de 49 mil 34 pesos más la compensación de 213 mil 600 pesos, el ingreso total del burócrata de alto nivel del INE llega a 262 mil 634 pesos brutos. Claro que para hacer el anuncio oficial de estos salarios altos habrá que esperar en que termina la controversia interpuesta ante la Suprema Corte.
Recuerde que hará cosa de un mes el presidente consejero del Instituto Nación al Electoral el burgomaestre Lorenzo Córdoba puso el grito en el cielo cuando supo que la Cámara de Diputados les recortaría unos mil millones de pesos de su petición oficial presupuestal para 2020. Incluso dijo que se ponía en peligro la autonomía y el cumplimiento de sus responsabilidades.
Quienes dicen que el tiempo cura todo, o casi, tuvieron razón pues un pronunciamiento mañanero presidencial sirvió para que al día siguiente cambiara el tono del discurso de don Lorenzo y demás acompañantes como Ciro Murayama. Aceptaron de buena gana el recorte pero los efectos de éste se sufrirán en las infanterías del INE, léase oficinas de los Consejos Locales y sus empleados.
Es un secreto a voces que muchas oficinas locales, -de las distritales ni hablar-, han venido registrando precariedades cada vez mayores. Con el recorte para 2020 los altos directivos administrativos del Instituto tendrán armas para justificar la carencia de recursos, hasta de papelería incluso, como ya se da en algunas oficinas distritales.
El 2020 no es año electoral pero el 2021 sí, por lo que de presentarse problemas en los meses siguientes habrá tiempo de enmendarlos con miras a la elección de diputados federales, pero también en elecciones locales programadas en 14 entidades del país.
