CIUDAD DE MÉXICO.- El ex coordinador de los diputados locales de Acción Nacional (PAN), Fernando Palma Gómez, fue asesinado esta mañana en el Ajusco.
Originario de chihuahua, donde acompañó a Luis H. Alvarez a la huelga de hambre y lucho por la democracia desde distintos frentes, acostumbran a ir a esa parte de la delegación de Tlalpan a montar.
Era su deporte favorito sábados y domingos.
Su suerte esta echada:
Los criminales que operan impunemente en ese feudo de Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, lo rodearon encañonado.
El pidió que no lo. hicieran.
Habló con varios amigos para pedir 500 mil pesos de préstamo para pagar el rescate y no ser llevado por los criminales a una casa de seguridad y en condiciones difíciles.
Se pagó el rescate, según versiones de amigos y familiares a quienes recurrió.
Una vez cubierto el monto, él pidió que lo soltaran.
No lo hicieron él, bronco norteño, les dijo que qué más querían si ya habían logrado el dinero que demandaban.
En lugar respuesta loa sesinaron.
No era un panista común -reaccionario, conservador o como quiera bautizarlos Andrés Manuel López Obrador a quienes no le son incondicionales.
Tuvo varias posiciones y alcanzó la secretaría general adjunta del Comité Ejecutivo del PAN.
También era experto en asuntos electorales y recientemente se reincorporó a labores similares con Marko Cortés.
La inseguridad imperante en el feudo de Claudia Sheinbaum Pardo no le dio para seguir en la competencia política “cuando más voces disidentes se necesitan”, según decía.
Vaya, ni siquiera tiene vida porque lo mataron en la Ciudad de México, donde reina (¿?) Claudia Sheinbaum Pardo.
