GUADALAJARA, Jal.- Policías judiciales pretendían desaparecer a 16 jóvenes en Jalisco, con lo cual hubieran causado “otro Ayotinzapa”, dijo el gobernador.
Enrique Alfaro se refirió así a cómo la oportuna reacción de la Fiscalía General del Estado y su titular Octavio Solís Gómez evitó un problema mayúsculo para su gobierno.
Informó que la estuvo al pendiente de cuanto pasaba cuando el viernes se reunía con otros siete gobernadores en Tequila, quienes le manifestaron su apoyo en su enfrentamiento con Andrés Manuel López Obrador.
Se investigó, se actuó a tiempo, los jóvenes secuestrados tras las manifestaciones del jueves -donde incendiaron patrullas, el Palacio de gobierno y aun policía- por el crimen del albañil Giovanni López en Ixtlahuacán de los Membrillos.
Todos los desaparecidos fueron liberados y están con sus familias, lo cual constató en visitas personales del gobernador Alfaro para evitar confusiones y malas informaciones.
Subrayó, en entrevista en Canal 4, que la Fiscalía y su titular Octavio Solís son autónomos, pero se coordinaron para evitar que se diera otra desaparición múltiple como en Iguala, Guerrero.
Esto sucedió en 2014, cuando un grupo de normalistas de Ayotzinapa secuestraron camiones, fueron utilizados por un cártel y llevados con engaños a Iguala a un mitin.
Al llegar, como la esposa del alcalde José Luis Abarca, María de los Angeles Pineda, rendía un informa del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), se ordenó su detención.
La policía se excedió, hubo balazos, muertos en varios puntos, decenas de detenidos y entregados al Cártel Guerreros Unidos, los cuales asesinaron a 43, con la historia conocida que devaluó el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Hoy Alfaro asegura que se ha evitado otro Ayotzinapa, pero su enfrentamiento con Andrés Manuel López Obrador no está saldado y ese será otro problema de mayores consecuencias políticas.