Llanto en la Guardia Nacional: borran memorial de policías y viene una tanda más de despidos

  • Llanto en la GN por otro golpe a ex federales
  • Está en marcha la limpia de los comisionados
  • Afecta a los secretarios de seguridad pública

Por JOSÉ UREÑA

En la Guardia Nacional hay llanto masivo.

No total, porque los recién incorporados se solazan en espera de mayor poder al alcance su mano, nuevas funciones y del presupuesto en puerta.

Estos son mayoría y pronto serán totalidad.

Militares recién llamados y ahora con el país a su disposición hasta 2028 porque seguirán en labores de policías para lo cual no fueron formados.

Y los anteriores, los formados para policías, tienen pocas alternativas:

Unos podrán acogerse al retiro voluntario y, de acuerdo a su antigüedad, recibir una indemnización exigua por lustros de servicio o beneficiarse de una pensión exigua.

Otros deberán esperar la decisión de la superioridad castrense para saber si se les recluyen en oscuras labores administrativas o los mandan a funciones sin trascendencia.

Y los menos, unos cuantos, utilizar influencias para salvar su empleo de policías federales en sus distintas versiones: investigaciones especiales, rondines en zonas urbanas, fuerzas de apoyo o vigilancia de carreteras.

NADA DE MEMORIAL

¿Por qué la tristeza?

Porque los superiores decidieron ocultar el memorial y el monumento de Iztapalapa a la desaparecida Policía Federal, levantados para rendir homenaje a los caídos.

Ante las inconformidades, los mandos han inventado una explicación: todo se hizo en días pasados para pulir letras, escudos y otras leyendas, pero pronto se reconstruirán.

Podrían esperar la reparación de ese recuerdo material de justicia a sus compañeros si simultáneamente no se diera otro fenómeno: se busca concentrar a personal hasta hoy intocado.

En su mayoría cuentan con licencia o comisiones en instituciones o cuerpos policiacos en estados y municipios, pero se les quiere terminar esos beneficios u oportunidad de demostrar profesionalismo.

PRESIÓN A ESTADOS

La presión es por todos lados.

El mejor ejemplo es el despido, a cinco días de su nombramiento, de Manelich Castilla como secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo por la gobernadora María Helena Hermelinda Lezama Espinosa.

Será la suerte de muchos, según varios oficios firmados por el general de división Cruz Isaac Muñoz Navarro del 26 al 30 de octubre y remitido coordinadores y directores subalternos en todo el país.

El asunto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no deja dudas:

Se solicita notificar al personal que cuenta con licencia ilimitada su asignación a la Oficina del Enlace Administrativo de la Comandancia de la Guardia Nacional”.

El control cumple la rigidez militar:

Esos coordinadores o directores regionales deberán “remitir los acuses donde notificó al integrante, a la Dirección Administrativa”, con algo más: los expedientes personales para su revisión.

O persecución.

Este ordenamiento afectará a personajes de primer nivel.

Es el caso de Salvador Cruz Neri, quien a principios de septiembre fue designado secretario de Seguridad Pública de Hidalgo por el ex priísta y gobernador morenista Julio Menchaca.

Aunque cabe una acotación: Julio Menchaca no es tan blando como Mara Lezama ni Salvador Cruz Neri alcanza la fama pública de Manelich Castilla ni tuvo una posición de primer nivel como jefe de la Policía Federal con Enrique Peña Nieto.

Comentarios

Tags

Noticias recientes

Chivas recompuso a tiempo, este sábado venció al Atlas y aseguró su pase directo a la Liguilla

Cacería de políticos en víspera electoral: matan al regidor y aspirante a síndico vallartense Francisco Sánchez

Tigres despacha por 4 goles a 1 a Xolos de Tijuana, que registran su peor temporada en Primera División

Llenan de plomo al Comisario Preventivo de la Secretaria de Seguridad de Jalisco, Gerardo Daniel Insúa Casao, en Tlajomulco