CIUDAD DE MÉXICO.- América inició el Clausura 2022 de la Liga Mx con un récord, a los 9 segundos, pero terminó sin técnico en la banca y pidiendo la hora en el Estadio Cuauhtémoc, ante un Puebla que no le cortó las alas.
En la primera jugada, tras el saque del centro del campo hacía atrás, al segundo 9, las Águilas volaron: luego de pelotazo, el balón botó en los linderos del área y le quedó a Chava Reyes, quien, solo, cruzó de parte interna, mordido, raso y lento para el 0-1.
“Salvador Reyes empata la marca del gol más rápido en la historia de la Liga (MX): 9 segundos. Cuestión de décimas para establecer si es el primero.
Criterio: cuando se pone en juego el balón, no desde que correr el cronómetro de TV”, precisó Ricardo Salazar, Sr. Estadística de TUDN, en Twitter.
Y añadió que “cuando anotó José Alfredo Castillo a los 13 segundos al Guadalajara en el Clausura 2003, presentamos la Colección de los Goles más Rápidos en @TUDNMEX, destacando el de Ricardo Chávez Medrano a los 9 segundos, marca que empata @ClubAmerica”.
América tuvo el segundo gol, es más, lo perdonó, al minuto 21, cuando luego de centro por derecha al segundo palo, Jordan Silva ganó el salto a su marca en el área chica, pero cabeceó desviado.
Por fin llegó una buena noticia para Puebla, al minuto 32, cuando luego de una patada de Roger Martínez (fue amonestado) sobre Maximiliano Araújo y por entrar al campo y reclamar, el técnico ave, Santiago Solari, fue expulsado.
Aunque Roger, ya con una tarjeta amarilla, cuatro minutos después y por un pisotón sobre Juan Pablo Segovia, buscando la pelota, pero llegando tarde, recibió la segunda y fue expulsado.
Lo cual fue aprovechado por la Franja, al minuto 45, cuando luego de trazo cruzado y rozón de cabeza de Jorge Sánchez, Maximiliano Araújo controló dentro del área, se acomodó y definió al travesaño y adentro para el empate.
Ya en el segundo tiempo, Puebla se fue por todo al ataque, con un América encajonado, sólo buscando contragolpes y al minuto 74 estuvo cerca de anotar la diferencia, pero Memo Ochoa desvió un cabezazo a una mano, abajo, a tiro de esquina y no tuvo otra oportunidad de gol.
