ACAPULCO, Gro.- Ni el Ejécito ni la Marina ni la Guardia Nacional.
En la Costa Chica la ley la imponen organizaciones de civiles armados parea impedir que llegue gente de otros lugares so pretexto de protegerse para evitar contagio de coronavirus.
Ellos suplen la carencia de Estado en esta región guerrerense y se sienten impunes porque son quienes ofrecen protección a Andrés Manuel López Obrador en sus constantes visitas a la zona.
Y en su anarquía dictan sus propias leyes: retendrán los autobuses que llegan por al menos dos meses como sanción por violar su arbitraria voluntad.
El coordinador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en Copala, Crisaldo Moreno, informó que instalaron varios retenes en distintas comunidades de la región Costa Chica para impedir la entrada de turistas.
En entrevista, el coordinador de esa organización armada indicó que esta medida se aplica a partir de este domingo, y en coordinación con el Ayuntamiento buscan avisar a los visitantes para que regresen a su lugar de origen, y con ello evitar más contagios de coronavirus.
Detalló que hay varios retenes de la UPOEG instalados en comunidades de Copala, así como en Marquelia, Cruz Grande, y otros municipios; y en caso de que algún autobús turístico no acate la medida, en Cuajinicuilapa tienen la orden de retenerlo 60 días.
