1º DE JULIO, OTRO ACARREO MÁS
Por Eleazar Flores
Y LOS QUE FALTAN-. Con un pretexto más como es la celebración del QUINTO ANIVERSARIO triunfante de la cuarta transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado la enésima concentración en el zócalo capitalino en cuyo discurso violará la ley.
Y no será por festejar la conmemoración del triunfo electoral del 2 de julio de 2018, lo que sería normal, sino porque aprovechará la concentración de sus huestes para invocarlas a continuar APOYANDO LA TRANSFORMACIÓN.
Este último pronunciamiento será el que induzca al mandatario a la violación de la ley pues eso significará que únicamente esa línea ideológica tendrá el respaldo presidencial para continuar con sus políticas de trabajo, e indirectamente descalificar a todas las otras corrientes diferentes, a las que seguramente les agregará los calificativos de conservadores, neoliberales y demás.
Muy diferente sería y sin objeción alguna, que el jefe del comando guinda convocara a toda la población, en la que caben pensantes de la más amplia pluralidad, a sumarse al trabajo fecundo y creador desde la trinchera que el destino les haya ubicado, sin más ambición que aportar trabajo y creatividad que influyan en el avance nacional, punto.
¿Y EL COSTO?-. Por costumbre inercial casi pasa desapercibido algo que debería estar en el centro de la preocupación, máxime que se está viviendo en un gobierno en el que pomposamente se presume que está prohibido mentir, robar y todo lo demás, aun cuando por otros caminos ajenos a los contenidos de las mañaneras, la población tenga OTROS DATOS acerca de inseguridad, asesinatos, agresiones a miembros del Poder Judicial y demás.
Ese ALGO DESAPERCIBIDO es el gasto que significa para el partido-gobierno, concentrar cincuenta mil o más simpatizantes, provenientes no solo de chilangopolis, también de municipios mexiquenses conurbados plenamente identificados, dado que a esos simpatizantes se les ofrece transporte, alimentos, bebidas no alcohólicas, hay que aclararlo y hasta posible “bono”.
De las concentraciones de los últimos años solamente dos fueron de la sociedad civil totalmente espontáneas, la de “EL IFE NO SE TOCA” y la otra en defensa de los ministros y jueces del PODER JUDICIAL, blanco preferido del creador de la cuarta transformación en las últimas fechas, agresión que ha bajado a otros niveles de gobierno como el caso del mandatario veracruzano Cuitláhuac García, apoyado irrestrictamente por el presidente.
Si a esos GASTOS DE CONCENTRACIÓN se sumaran las de los CORCHOLATAS las cifras serían en millones pero ni se preocupe ya que el tema de las personas DEFENSORAS DEL VOTO, que las semanas los convierten en candidatos-as, no suman a gastos del INE, máxime que ahora el árbitro electoral está totalmente DESCAFEINADO y mudo ante violaciones diarias de la ley.
