CIUDAD DE MÉXICO.- La recuperación de Federico Viñas fue fundamental para el América a fin de mostrar efectividad cuando más se necesitan goles y puntos.
El uruguayo regresó del Preolímpico para incentivar a un equipo al cual las desgracias, expulsiones y lesiones, lo condenaron los primeros partidos a jugar diezmado.
No debió luchar mucho, sin embargo.
Vino un Atlas en reconstrucción, sin personalidad, con un entrenador joven e inexperto como Rafael Puente y predestinado a sufrir con los porcentajes del descenso.
Dos anotaciones y colorín colorado.
Los tapatíos mostraron cierta ambición, no siempre acompañada de idea y menos de realización al principio del partido en el Estadio Azteca.
Así, se fueron adelante pero el VAR confirmó que Germán Conti cometió falta sobre Bruno Valdez y la anotación se anuló.
Nunca más volvieron a acosar a Guillermo Ochoa.
Resignado y rutinario, el Atlas esperó el momento del sacrificio y éste llegó a los 30 minutos cuando Viñas mandó la pelota la nido de Camilo Vargas para el 1-0.
A partir de ese momento se le entregó la afición.
Coreó su nombre y fue marco para celebrar la primer centena de triunfos de Miguel Herrera con el América.
Todo quedó sellado en El Segundo tiempo cuando Francisco Córdova cedió el balón a Viñas para que, solo ante el marco, pusiera cifras finales.
Puede decirse que América ya está completo, pues no podrá contar con los lesionados Nicolás Castillo y Nicolás Benedetti, quienes se recuperan de sendas operaciones.