LOS GOBERNADORES
Por Eleazar Flores
VARIOPINTOS-. Gobernadores que alcanzaron el cargo con banderas y apoyos de varios partidos, son quienes ahora hicieron frente, no contra el presidente de la república sino contra decisiones contradictorias, cambiantes de un día para otro, entre SEGOB y SSA, ¿a quién creerle?.
No obstante que saliendo de algunos encuentros presidenciales el mexiquense fungió ante los medios como vocero para dar a conocer acuerdos, ahora Alfredo del Mazo Maza guardó silencio.
CONTRADICCIONES-.A mediados de mayo el presidente de la república dio visos federalistas al anunciar que los gobernadores decidirían a nivel regional la forma cómo enfrentar la tercera etapa de la pandemia, naciendo los colores rojo, naranja, amarillo y verde, para permitir regresar a la “nueva normalidad” a los verdes, parcial a los amarillos, acotada a los naranjas y prohibida a rojos
Cuando todos festejaban la libertad y responsabilidad a los mandatarios, dos días después en conferencia nocturna desde su despacho, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez contradijo al presidente Andrés Manuel López Obrador, diciendo que el manejo de los colores de semáforos “será federal”, nada de que lo decidan los mandatarios estatales.
Tuvo que venir otra declaración presidencial apoyada en la capacidad declarativa del subsecretario de Salud Hugo López Gatell para precisar que el uso del color de los semáforos será de responsabilidad única y exclusiva de los gobernadores, que podrían ser más estrictos en las medidas restrictivas pero nunca más flexibles, con la finalidad de no relajar la disciplina.
GOBERNADORES-. Tras esas contradicciones surgieron de inmediato declaraciones virtuales conjuntas de una sexteta de mandatarios, destacando por su postura de respeto a sus entidades y gobernados, los de Jalisco, Michoacán y Nuevo León entre otros. La postura de los mandatarios precisó la determinación federal, añadiendo la libertad y la responsabilidad del propósito.
DEL MAZO-. Entre la clase política nacional y mexiquense, causó extrañeza el silencio guardado del mexiquense Alfredo del Mazo Maza en esa defensa de la autonomía estatal para enfrentar el fantasma de la pandemia. Como resumió el clásico, el silencio ni le perjudicó ni le benefició, ante la federación, pero ante la opinión pública dejó incertidumbre.
El mandatario sabe que el territorio mexiquense está pintado de rojo y no precisamente por el partido que lo llevó al poder en julio de 2017, sino por el alto número de fallecimientos por el odioso coronavirus. Tanto o igual que el vecino, o sea la capital del país que la gobierna la más allegada al padre de la cuarta transformación, doña Claudia Sheinbaum.
Hablar, del Mazo lo tendría que hacer en la misma partitura política de doña Claudia, no puede desentonar, le sería peligroso, así que a seguir escuchando sus mensajes televisivos.
