EL INGENIOSO PACO CALDERÓN
Por Eleazar Flores
LO QUE FALTA-. Ocupados de las opiniones de Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva y de refilón el vocero presidencial, -por ¿error? escribí cobero Jesús Ramírez, pero rectifiqué, no crea que por dar coba a ya sabe quién-, justo es incluir puntos de vista del caricaturista Francisco José Calderón Lelo de la Rea, para los cuates Paco Calderón, a secas.
Todo en torno al tema de la libertad de expresión, para muchos “descubierta” en este sexenio y para otros algo que se tiene, se sufre en ocasiones y en otras se goza, como aquí, ¿verdad jefe?, con la tranquilidad de que este digital no fue checado por la 4t.
LIMITACIONES-.“Un presidente debe tener la piel dura contra las críticas”, dice el “chico Ibero” Paco Calderón que como caricaturista se inició en la primera etapa de El Heraldo de México, siguió en Excélsior al que renunció cuando se sintió limitado y de los ochentas a la fecha lo disfrutamos en los distintos diarios del Grupo Reforma, como el diario que lleva ese nombre, El Norte y demás.
Víctima de esas limitaciones, Paco Calderón asegura que en tiempos del priismo no había libertad de prensa, -recordando seguramente su caso en Excélsior, sin citarlo en la entrevista que le hace el reportero Mario Andrés Landeros en El Universal.
Hoy Paco Calderón publica con regularidad sus inteligentes cartones en el “pasquín inmundo”, según el padre de la cuarta transformación, o sea REFORMA, donde seguramente ha encontrado el escaparate totalmente libre para dar a los lectores sus inteligentes puntos de vista de los protagonistas no solo de la política, también del empresariado, la intelectualidad y demás.
El punto de vista de López Obrador acerca del diario Reforma “es una opinión desafortunada, falsa, máxime viniendo de un presidente de la República, me extraña que un hombre que dice que tiene que respetar la investidura presidencial hace hasta lo imposible por denigrarla”. Añade que la libertad de prensa es un fenómeno mundial pero aquí es hostil, muy polarizado”.
Respecto a las “mañaneras”, el caricaturista de Reforma y escritor de varios libros apunta, “Son un ejercicio de validar del presidente, ningún periodista serio ya las atiende, nada más van sus paleros y el presidente habla y habla sin parar porque en realidad está enamorado de su voz pero en términos objetivos no dice nada, aduce que su pecho no es bodega pero lo único que llega a hacer es vomitar una serie de resentimientos y de demonios internos que trae sin informar nada.
La entrevista fue larga e ilustrativa pero aquí mi única limitante es el espacio y ya rebasé mis 444 caractéres, sayonara.
