AYUTLA, Gro.- Fueron muy difíciles esos 15 minutos.
La gente de Ayutla detuvo la comitiva presidencial para quejarse ante Andrés Manuel López Obrador contra las policías comunitarias, que antes se encargaron de darle protección en sus actos.
Ordenó abrir el paso, pero era imposible y eso le hizo enojar.
Ante la intransigencia de la gente, que exigía hablar con él, bajaron los guardias oficiales y el superdelegado Pablo Amílcar Sandoval, quienes se hicieron de empujones, insultos y choques con los inconformes.
Las mayores críticas de la población fueron contra la UPOEG, la autodenominado Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, por violenta.
Pero sus miembros armados estuvieron al cuidado de los distintos actos realizados por López Obrador durante su gira por la entidad, junto con la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
Su comitiva las utilizó para la organización de los eventos y la seguridad del tabasqueño pese a que éste las ha criticado abiertamente en sus conferencias matutinas.
Especial censura le merecieron las CRAC, que hace unas semanas hizo desfilar a niños y adolescentes armados para contrarrestar, según dijeron en esa ocasión, a Los Ardillos.
Del conflicto habido a la entrada de Ayutla da cuenta Quadratín Guerrero en los siguientes términos:
Habitantes de este municipio detuvieron en la entrada la camioneta donde viajaba el presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con el gobernador Héctor Astudillo Flores, para manifestarse en contra de las policías comunitarias y del sistema de usos y costumbres, y pidieron regresar al sistema de partidos políticos.
Durante su recorrido proveniente de Marquelia y tras una breve parada en el crucero que va a playa Ventura, el presidente se dirigió a este municipio y pasó por Cruz Grande; a su llegada algunos mostraron su apoyo, otros entregaron demandas y peticiones y la conclusión de la obra de un hospital regional.
En la entrada de Ayutla, los manifestantes impidieron el paso de la camioneta, causando la molestia del propio López Obrador.
El delegado federal Pablo Amílcar Sandoval tuvo que descender de su vehículo para poder abrir paso apoyado por escoltas.
La tensión fue tal, que hubo gritos y empujones.
Los pobladores entregaron peticiones, otros se colocaron frente a la camioneta del Presidente.
También mostraron su inconformidad con la UPOEG, a la que dijeron que han denunciado de varias anomalías y abuso de poder y de no garantizar la seguridad.
Señalaron también que no hay trámites en el municipio gobernado por el sistema de usos y costumbres y porque las personas no tienen conocimiento de cómo funciona.
Dijeron que los únicos que reciben apoyos de cuatro mil pesos, son los de la UPOEG.
Fueron 15 minutos de gritos y empujones, hasta que lograron abrir camino y la caravana de López Obrador pudo seguir su camino.
Incluso el gobernador Astudillo dialogó con los habitantes para que cedieran el paso al evento.
Ya en la entrada de la Unidad Deportiva, donde López Obrador daría su mensaje, el acceso fue cerrado por policías que resguardaban el lugar, por lo cual los pobladores que quedaron afuera, dieron portazo para poder entrar a empujones, después de romper candados.
También pidieron que el gobierno federal revisara el padrón de todos los beneficiarios del fertilizante, ya que del padrón que había sólo el 30 por ciento recibió apoyo, lo que causó pérdidas económicas en los campesinos.