LA LIBRARÁ-.Los dichos del pueblo sabio al que con mucha frecuencia invoca el padre de la cuarta transformación han salido ciertos, cuando menos aquél que reza “tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”, siendo esto lo que por desgracia ocurrió al presidente López Obrador.
Ello porque el mandatario dio positivo en la prueba covid, prendiéndose las alarmas, -acéptese o no-, por la salud del presidente en principio y por todas las consecuencias políticas del país.
La atención médica multi especializada como debe dársele a todo político que conduce los destinos de un país, da confianza para que el presidente Andrés Manuel López Obrador recobre la salud plena y retome sus actividades con toda normalidad, no obstante que sus médicos deberán imponerse para recomendarle bajar el ritmo de trabajo que se autoimpone el tabasqueño.
Este no es tiempo de reproches y del clásico “si hubiera hecho esto o lo otro, o si hubiera dejado de hacer esto o lo otro”. Por principio de cuentas recuerde que el “hubiera” de entrada no existe, salvo que sea para evidenciar falas de toda índole.
En este caso y por elemental cuestión humanitaria, dirían los filósofos, hay que desear con sinceridad la pronta y total recuperación del presidente de la república pues no obstante conocerle, -por los medios de comunicación solamente-, su estado de salud, del mandatario ,no hay que olvidar dos factores determinantes en estos momentos.
El primero es su edad pues anda con más de 60 años, edad riesgosa para la adquisición del coronavirus y el segundo, sus antecedentes de salud como aquella operación que se le hizo en su etapa de aspirante a la presidencia de la república. De esta última salió bien librado según reporte de sus médicos que por cierto, para la mayoría de los mexicanos son desconocidos. No importa.
Iba a decir no creo pero mejor lo cambio por el DUDO, que exista mexicano alguno que no desee la recuperación de López Obrador y no obstante que lo político pasaría a segundo término, lo importante es su situación personal sin desconocer lo otro.
Este espacio ha escrito una y muchas veces críticas al ejercicio presidencial del tabasqueño pero éste no es momento para ello, invocando a cambio lo que los mexicanos decimos ante los familiares, amistades y vecinos en general, “lo más importante es la salud”, frase que siempre pero ahora con más ganas cobra relevancia la frase.
De más a menos, que AMLO se recupere por su bien personal, familiar y por extensión para lo que cubre el entorno de su investidura, pues la tranquilidad se extendería a todos los sectores.
