Al término del ciclo escolar 2019-2020 muchos padres de familia se sientes frustrados; sin duda ha sido el reto más fuerte que nos dejó la pandemia por Coronavirus. Si al inicio del ciclo alguien hubiera pronosticado lo que se esperaba, ningún alumno o padre de familia, habría sabido cómo responder ante una situación sin precedentes.
En el mes de marzo, cuando las autoridades tomaron la decisión de suspender actividades escolares por tiempo indefinido, y apostar por la educación a distancia, fueron miles las quejas de los padres de familia que criticaron por un lado la desorganización, y por el otro, el que se les involucrara en los procesos de formación de sus hijos. Muchas familias olvidaron que el papel de los maestros es orientar, pero el esfuerzo debe ser de los estudiantes. Si bien los principios académicos son importantes, la carga formativa parte de los valores y principios que cada las familias da a niños y jóvenes.
Al cierre del ciclo, muchos padres de familia consideran que las evaluaciones no son reales, y critican la actitud de muchos docentes a quienes señalan de evaluar alto, porque así lo solicitaron las autoridades. Ante la decepción es importante valorar por un lado, que nos enfrentamos a una situación sin precedentes en la historia del sistema educativo en México y el mundo, así como que en un alto porcentaje, se tuvo el apoyo de los medios electrónicos, y las tecnologías de la información, para lograr sacar adelante el ciclo. Ante muchas voces pesimistas y críticas las preguntas claves deben ser. ¿Los maestros, nuestros hijos, y las familias, estaban preparados para sortear una pandemia como la del COVID-19?, ¿La forma de pensar de niños y jóvenes tras el confinamiento es la misma?, ¿En el caso de niños y jóvenes que han tenido la fortuna de poder tomar educación a distancia, mediante plataformas de reunión, el nivel en el manejo de las tecnologías de la información es el mismo que tendrían, sino se hubiera presentado ésta pandemia?
Sin duda niños y jóvenes hoy piensan de otra forma; las lecciones que hoy nos deja el Coronavirus, es que en muchos casos se han fortalecido vínculos internos en la escénica de nuestra sociedad, la familia. Aunado al reforzamiento de valores, principios, y disciplina que han tenido que retomar niños y jóvenes en casa, en la mayoría de los casos hoy tienen como aprendizaje la solidaridad, la humildad, y el trabajo en equipo en labores del hogar, lo que no tendríamos en condiciones normales. Más allá de criticar el manejo académico de profesores y autoridades, debemos valorar el tener la oportunidad de salir adelante de una pandemia de la mano de niños y jóvenes. Estar resilientes para sacar lo mejor de la situación que hemos enfrentado, y prepararnos para los retos de un nuevo ciclo escolar, que no podrá ser igual a los anteriores. Hoy he tenido el privilegio de acompañar a una universitaria, una adolescente, y dos niñas, que exponen temas a distancia con agilidad, y dando lo mejor de sí como nunca lo hubiera imaginado hace un año; hoy reflexionan la situación que estamos viviendo, y plantean su visión, sustentan conclusiones que muchos de nosotros a esa edad nunca hubiéramos imaginado. Sin importar el nivel social, ni educativo, niños y jóvenes quedarán marcados por el COVID-19, con grandes conocimientos y una experiencia que jamás hubiéramos imaginado. Sin duda maestros y padres de familia debemos prepararnos para el futuro, que será una nueva realidad, partiendo del principio de que el esfuerzo debe ser de los estudiantes, y nuestro papel es guiar y conducir, para que ellos nos demuestren su capacidad para sacar lo mejor de ésta, y otras situaciones complejas, que habrán de enfrentar en un mundo tan cambiante.
Tómelo con atención.- La Seguridad Pública se volvió una demanda prioritaria en México durante las últimas décadas. Las principales ciudades de nuestro país fueron perdiendo la tranquilidad, que por muchos años caracterizó a nuestro país, en el contexto internacional. Mientras observamos guerrillas y luchas, entre delincuencia organizada y autoridades en varios países de la región latinoamericana, los mexicanos presumíamos la paz y tranquilidad de nuestro país, por varios años. Hacia la última década del siglo pasado, las cosas fueron cambiando, y los primeros años del siglo XXI nos sorprendieron con brotes de violencia, y el accionar de la delincuencia organizada. Poco a poco las principales regiones del país, fueron perdiendo la paz y la tranquilidad, ante el surgimiento de carteles, y grupos de delincuencia organizada, que marcando territorio e intereses, nos han hecho perder la capacidad de asombro y la tranquilidad en México. En los últimos veinte años, no se ha contado con una estrategia de inteligencia policial, para atender el problema de la seguridad, lo que deberán entender los políticos para abocarse a que expertos en la materia, se encarguen de acciones integrales para el corto y el mediano plazo.
El pasado viernes en la capital de la República, se vivió un escenario que ya han vivido desde hace varios años en las regiones de occidente, y el norte de nuestro país. Un comando armado sui géneris, y compuesto por distintos sicarios free lance aparentemente, atacó al Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch. En un operativo que para muchos analistas fue fallido, ya que el joven policía con amplia experiencia en temas de inteligencia, logró activar un protocolo y salir con vida, para otros sólo fue un claro aviso, al usar elementos inexpertos de distintas organizaciones, ante la amenaza pública del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de exhibir imágenes y nombres de los líderes de grupos que se pelean el control de la Ciudad de México.
Hay quienes observan y analizan fallas de uno y otro lado; e incluso señalan que no se debe descartar la posible hipótesis de un auto atentado, que podría beneficiar mucho al propio García Harfuch, a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el mundo policiaco hay un dicho que señala “Los hechos superan la ficción”; En la película del día del entrenamiento, se dio a conocer cómo puede aplicarse una operación de rutina sacrificable, algo parecido a lo que en el pasado operó Genaro García Luna con el caso Florence Cassez (2007), o el secuestro del vuelo 576 de Aeroméxico con destino a Cancún, en septiembre de 2009.
Para muchos la forma en que se opero la situación del viernes pasado, no concuerda con el manejo que en otras situaciones ha emprendido “La Vaca”, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación; que dirigió la operación en Artz Pedregal hace poco más de un año, y a quién ahora han identificado como operador del atentado contra Omar García Harfuch. Lo lamentable es la pérdida de vidas de un civil, y dos escoltas. Por ahora el Secretario de Seguridad Ciudadana se recupera, con el compromiso de permanecer al frente de su responsabilidad.
Tómelo con interés.- Este inicio de semana el Banco de México, colocó en el mercado internacional una subasta por financiamiento de 1,390 millones de dólares, ante la falta de liquidez en el mercado interno, como resultado de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
Al intentar el reinicio de las actividades económicas, en poco más de la mitad del territorio nacional, la falta de liquidez impide a las micro empresas y pequeños negocios, reiniciar operaciones, lo que podría agravar la situación económica de las familias, que han tenido que ir recurriendo a la actividad, ante la necesidad de llevar alimentos a los hogares, y poder intentar incorporarse a la nueva realidad.
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Facebook: Fernando Antonio Mora
*Maestro en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana.
*Socio Fundador del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo.
* Presidente de la Fundación Fernando Mora Gómez por la Libertad de Expresión.
