CIUDAD DE MÉXICO.- La rebelión en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) alcanzó hoy tintes de rompimiento con cinco magistrados abiertamente confrontados contra su presidente y la otra con una solicitud de licencia cuando llegan los casos más álgidos por ahora.
Es decir, José Luis Vargas Valdez se ha quedado solo por tomar tomado decisiones unilaterales y no decidir las polémicas candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, ambos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en tiempo y forma.
Los magistrados rebeldes por no realizar la sesión este jueves son: Reyes Rodríguez, Felipe de la Mata, Janine Madeline Otalora, Felipe Alfredo Fuentes e Indalfer Infante, quienes se inconformaron por la posposición de los temas.
En tanto, la sexta magistrada, Mónica Aralí Soto Fregoso, optó por pedir licencia para no asistir a la sesión si al final se decide realizarla este viernes en lugar del martes próximo, cuando pretende realizarla José Luis Vargas Valdez.
Dicho en otros términos, éste, quien ha sido identificado como escudero incondicional del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha quedado solo en una confrontación sin precedentes dentro del Tribunal.
En dichas sesiones, el TEPJF resolverá los casos de Félix Salgado Macedonio, aspirante a la Gubernatura de Guerrero y Raúl Morón, a la de Michoacán, puesto que a ambos les fueron retiradas las candidaturas y por lo que apelaron.
“Consideramos que la determinación de diferir las sesiones fue tomada unilateralmente, en contravención a las atribuciones del Pleno de este órgano en lo atinente a la definición de los asuntos por resolver y la fijación de la agenda jurisdiccional.
“Estimamos que esta determinación afecta la impartición de la justicia constitucional electoral encomendada a este tribunal, toda vez que implica el aplazamiento del análisis y resolución de asuntos relacionados, entre otros, con el registro de las candidaturas”, detallaron los magistrados en la misiva.
Por lo que solicitaron se “convoque a las sesiones referidas en el día y hora que sean necesarios y permitan el puntual desahogo de los asuntos, en el entendió que incluso, al día de hoy, los firmantes estamos en aptitud material y jurídica para resolverlos, sin que la agenda de uno de los titulares pueda impedir al Pleno sesionar”.
